La calidad del agua en Europa es aún peor de lo esperado

Contaminación en el Rin.

Contaminación en el Rin

La Directiva Marco del Agua (Water Framework Directive) ha solicitado a los estados miembros de la Unión Europea que se pongan como objetivo una mejora sustancial en la calidad del agua dulce para 2015. Un estudio reciente llevado a cabo por el Instituto de Ciencias Ambientales Landau, el centro Helmholtz para la investigación Ambiental (UFZ) y algunos científicos franceses (University of Lorraine y EDF) y Suizos (Instituto Federal Suizo de ciencias y tecnología del agua Swiss– EAWAG), muestra que este objetivo está lejos de ser cumplido, ya que los niveles de tóxicos en los cuerpos acuosos siguen siendo extremadamente altos.

El estudio demuestra, por primera vez a escala paneuropea, que los riesgos ecológicos ligados a químicos tóxicos son considerablemente mayores de lo esperado. Una de las razones principales es que en las medidas actuales para la mejora de la calidad del agua no se tienen en cuenta los efectos de ciertas sustancias.

Ríos como el Danubio o el Rin son ecosistemas fascinantes que prestan servicios tales como actividades recreativas, pesca y agua potable para millones de personas. Desafortunadamente estos ecosistemas están expuestos a la entrada de químicos de las áreas urbanas adyacentes, de la agricultura y de la industria. Éste cóctel de químicos afecta negativamente a algas y animales de agua dulce y es un riesgo potencial para el ser humano.

Al contrario de lo pensado hasta hoy (la afección por toxicos químicos era muy local y aislada), el estudio al que nos referimos revela que teniendo en cuenta los datos a gran escala, el riesgo ecológico proveniente de químicos tóxicos afecta a miles de sistemas acuáticos europeos. La toxicidad química representa una amenaza ecológica para al menos la mitad de los cuerpos acuosos en Europa, y aproximadamente en el 15% de los casos, la biota en los sistemas de agua dulce puede está expuesta a una gran mortalidad.

El grupo de investigadores se centró en estudiar la superación de los límites de riesgo para las cuencas de los rías Rin y Danubio, midiendolos para los tres grupos de organismos más comunes en estas aguas, peces, invertebrados y algas. Los datos, obtenidos del monitoreo oficial de los últimos años, indica que el alcance de las muestras difiere mucho en términos de cobertura espacial y temporal, lo que hace muy complicada la comparación directa entre diferentes países.

Por ejemplo, se indica que la calidad de agua es peor en Francia, debido casi con toda seguridad a que las autoridades en este país disponen de una amplia red de control y analiza una gran cantidad de sustancias, entre las que se incluyen componentes ecotoxicológicamente relevantes, en muchas muestras de agua diferentes. En otros países muchos de estos riesgos pueden pasar desapercibidos debido a la baja sensibilidad de los análisis o a que la lista de sustancias que se controlan está incompleta. Esto, en términos generales, hace más probable que se subestimen a que se sobrestimen los riesgos extraídos del análisis.

Los principales contaminantes de los ecosistemas acuáticos provienen de actividades agrícolas, zonas urbanas y de las plantas de tratamiento de aguas fecales municipales. Los pesticidas fueron de largo los contaminantes más encontrados en los sistemas de agua dulce, aunque los compuestos de organo-estaño, los organo-bromados y los derivados de la combustión de hidrocarburos, también aparecen en niveles de concentración críticos. Por añadidura, una gran cantidad de químicos utilizados en la actualidad no se tienen en cuenta a la hora de analizar la calidad del agua y para ciertas sustancias, los niveles de concentración efectiva permitidos pueden ser demasiado altos.

Los científicos participantes en este estudio indican que la única solución económicamente viable y capaz de copar el espectro completo de sustancias ecotoxicológicamente relevantes sería la introducción de métodos ecológicos y su combinación de forma inteligente con métodos basados en la filtración química. De esta forma las sustancias peligrosas podrían detectarse incluso antes de que se incluyeran en la lista de sustancias tóxicas. Otra de las observaciones es que se necesita una actuación urgente a todos los niveles si se quiere asegurar una protección sostenible de los ecosistemas acuáticos.

Todos los miembros del grupo de investigación coinciden en que si no se produce un cambio radical en la forma actual de proceder, alcanzar los niveles propuestos por la Directiva Marco del Agua será imposible. Los pasos que se deberían seguir si realmente se quiere reducir la entrada y eliminar las sustancias tóxicas de los sistemas acuosos sería, reducir la implicación de la química en la agricultura y la mejora en la tecnología y los tratamientos de aguas residuales. Si no se ponen medidas, a largo plazo, podrían acarrear riesgos directos a la especie humana, afectando al ecosistema y debilitando las capacidades auto-purificadoras de los acuíferos.

Más información: Europa anunciará propuestas para frenar el cambio climáticoEnergía geotérmica. Invernaderos y su aplicación en agricultura

Fuentes: Helmholtz Centre for Environmental Research (UFZ), PNAS


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