La borrasca Garoé ha irrumpido en España y Canarias como uno de los fenómenos más destacados de la temporada, dejando a su paso lluvias abundantes, fuertes vientos y un notable ascenso de las temperaturas. Este temporal, nombrado por el Instituto Portugués del Mar y de la Atmósfera, ha activado numerosas alertas en varias comunidades debido al potencial impacto de las precipitaciones, vientos ábregos y fenómenos costeros.
La borrasca ha mostrado especial intensidad en el suroeste de la península y Canarias. En puntos de Andalucía Occidental, Extremadura y el norte de Cáceres, se han registrado acumulados superiores a los 200 milímetros gracias a los vientos ábregos, conocidos como “vientos llovedores”. En Canarias, la situación ha activado prealertas meteorológicas por viento y fenómenos costeros, con oleajes que han alcanzado los 5 metros en algunos puntos.
Precipitaciones intensas y riesgo de inundaciones
Desde su llegada, Garoé ha traído lluvias generalizadas que han impactado en casi toda la península, siendo más intensas en provincias como Huelva, Sevilla y Cáceres. En estas áreas, los acumulados en 12 horas han superado los 90 milímetros, lo que ha llevado a activar alertas naranjas en Huelva y amarillas en Sevilla. Además, el Plan Especial de Emergencias ante el Riesgo de Inundaciones (PERI) se activó para mitigar los efectos en zonas vulnerables.
En Canarias, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha declarado alerta amarilla tanto por precipitaciones como por vientos, siendo el oeste de La Palma y Tenerife los puntos más afectados. A pesar de la intensidad de las lluvias, las temperaturas han subido en la mayoría de las islas, restringiendo las nevadas a cotas superiores a los 2.200 metros. La influencia de otras borrascas como Nuria puede también afectar en el comportamiento de este tipo de fenómenos en la región.
Impacto en las temperaturas: el fin de las heladas
Con el paso de esta borrasca, las temperaturas han mostrado un notable ascenso en amplias zonas del país. Esto es especialmente evidente en el norte de Extremadura, Andalucía y ambas Canarias, donde las mínimas nocturnas han dejado de ser bajo cero, alcanzando valores más templados entre los 12 y 16 grados. Para entender mejor el comportamiento de estas perturbaciones, se puede consultar información sobre otras borrascas recientes que han afectado al clima en España y Canarias.
Vientos y fenómenos costeros
El viento ha sido otro de los grandes protagonistas de este fenómeno. En Canarias, las rachas han superado los 90 km/h en el Teide y en puntos del oeste de La Palma y Tenerife. En el suroeste peninsular, los vientos han alcanzado velocidades de más de 70 km/h, afectando especialmente las costas de Galicia y el Golfo de Cádiz. La dinámica del viento y su impacto en fenómenos costeros como los oleajes son fundamentales para entender la gravedad de la situación.
En cuanto a la situación marítima, el oleaje ha llegado hasta los 5 metros en el litoral gallego y el norte de Canarias, causando alteraciones en las rutas marítimas y recomendaciones de autoprotección por parte de las autoridades locales. Para más detalles sobre cómo los vientos afectan a la meteorología, puede consultarse los diferentes tipos de vientos en España.
Nuevas borrascas en el horizonte
Aunque la borrasca Garoé ha comenzado a debilitarse en algunas zonas, su impacto todavía se dejará sentir en los próximos días. Se espera que hasta el jueves persistan las lluvias en áreas como el norte de Cáceres y Andalucía Occidental, antes de dar paso a nuevas borrascas que traerán más precipitaciones al noroeste peninsular. La evolución de estas borrascas puede seguir analizándose en otros fenómenos en el mes.
Para el fin de semana, los modelos meteorológicos anticipan nuevos frentes atlánticos que podrían extenderse al centro y oeste peninsular. Estos fenómenos traerán consigo un descenso de las temperaturas y, posiblemente, nevadas en cotas más bajas. La previsión de cambios en el clima, relacionadas con las borrascas como Garoé, también pueden consultarse en más información sobre las borrascas.
La borrasca Garoé ha dejado una huella significativa en España y Canarias, destacándose tanto por sus lluvias torrenciales como por el cambio en las temperaturas. Mientras algunas regiones respirarán aliviadas tras esta lluvia tan necesaria, otras deberán estar alertas ante los posibles riesgos asociados, como inundaciones y deslizamientos de tierra.