IRIS2: La constelación europea que promete cambiar la comunicación satelital

  • IRIS2 es la constelación europea de satélites que competirá con Starlink.
  • El proyecto está liderado por el consorcio SpaceRISE, con empresas como Hispasat, Eutelsat y SES a la cabeza.
  • Se espera que esté completamente operativo en la década de 2030, con una inversión estimada en 6.000 millones de euros.
  • El sistema proporcionará comunicaciones seguras y reducida latencia, respondiendo tanto a fines gubernamentales como comerciales.

Satélite IRIS2

La Unión Europea ha dado un paso decisivo en su estrategia espacial con el proyecto IRIS2, una megaconstelación de satélites diseñada para garantizar la soberanía digital, la seguridad y la conectividad resiliente en todo el continente. Este sistema satelital, que se ha conceptualizado como una alternativa estratégica a las megaconstelaciones de empresas como Starlink, refleja la ambición de Europa por reducir su dependencia de infraestructuras tecnológicas extranjeras.

IRIS2 se posiciona como la respuesta de la Unión Europea a las constelaciones dominadas por gigantes tecnológicas como SpaceX en Estados Unidos o Guowang en China. La Comisión Europea ha adjudicado la creación y gestión de este ambicioso proyecto al consorcio SpaceRISE, formado por empresas clave del sector aeroespacial europeo, entre las que destacan Hispasat, Eutelsat y SES, junto a otros actores como Airbus Defence and Space, Thales o Deutsche Telekom. Este equipo tiene la ardua tarea de desarrollar un sistema de comunicaciones satelitales que pueda brindar servicios tanto a niveles gubernamentales como comerciales.

Una inversión estratégica en el futuro de Europa

El coste estimado del proyecto se sitúa en unos 6.000 millones de euros, una inversión significativa que será financiada en un 60% por la Unión Europea y en un 40% por la industria privada. Sin embargo, algunos expertos ya sugieren que la cifra final podría acercarse a los 10.000 millones de euros, debido a la complejidad tanto del desarrollo tecnológico como de su implementación. Además, se prevé que este sistema estará completamente operativo para principios de la década de 2030.

Satélite SpaceRISE IRIS2

El objetivo principal de IRIS2 es proporcionar comunicaciones seguras, resilientes y de baja latencia no solo a los Estados miembros de la UE, sino también a sectores estratégicos como el energético, el sanitario o el financiero, donde la conectividad en situaciones críticas es clave. Además, se prevé que esta infraestructura actúe como un respaldo en caso de catástrofes que afecten a las telecomunicaciones tradicionales, garantizando así la continuidad de los servicios.

IRIS2 frente a Starlink: Diferencias clave

Una de las principales diferencias entre IRIS2 y otras constelaciones satelitales, como la ya famosa Starlink de SpaceX, es la configuración orbital que se ha planteado para el proyecto europeo. Mientras que Starlink despliega miles de satélites en órbitas bajas para reducir la latencia en las comunicaciones, la constelación europea prevé una combinación de satélites en órbita baja (LEO), órbita media (MEO) y órbita geoestacionaria (GEO). Esta estrategia permitirá a IRIS2 ofrecer una cobertura integral con una cantidad significativamente menor de satélites en comparación con los más de 30.000 que proyecta SpaceX.

En términos de número de satélites, IRIS2 prevé desplegar unos 290 satélites en distintas órbitas, lo que proporciona un equilibrio entre la latencia y la cobertura. A diferencia de proyectos como Amazon Kuiper, que también busca competir con Starlink desde la órbita baja con alrededor de 3.200 satélites, el enfoque de IRIS2 en la multiórbita promete menos impacto visual y menor riesgo de basura espacial. De hecho, la sostenibilidad es una de las claves del proyecto.

Compromisos medioambientales y sostenibilidad

La evolución de las constelaciones satelitales ha planteado serias preocupaciones en el ámbito astronómico y medioambiental. De ahí que el proyecto IRIS2 se haya asegurado de cumplir con estrictos requisitos de sostenibilidad para mitigar los efectos negativos, tales como la acumulación de desechos espaciales y la contaminación lumínica que afecta a las observaciones astronómicas. Incluso, se pondrá especial atención en la retirada de satélites al final de su vida útil para evitar el aumento de basura espacial.

El Parlamento Europeo, consciente de estos desafíos, ha impuesto normas rigurosas para garantizar que el despliegue de la infraestructura sea lo más responsable posible con el medio ambiente. Esta es, sin duda, una de las diferencias clave entre IRIS2 y otros proyectos más centrados en la urgencia comercial que en la sostenibilidad a largo plazo.

Servicios comerciales y gubernamentales

Inicialmente, los servicios de IRIS2 estarán dirigidos a satisfacer las necesidades de usuarios gubernamentales, como la protección de infraestructuras críticas, la gestión de crisis y la defensa en los Estados miembros de la Unión Europea. Sin embargo, el sistema tendrá la capacidad de ofrecer servicios comerciales en una segunda fase. Se espera que las compañías privadas puedan acceder a esta infraestructura para impulsar servicios de conectividad, especialmente en zonas rurales o sin cobertura donde las redes terrestres no son viables.

Además, el sector privado también tendrá la oportunidad de participar en el despliegue de estos servicios, lo que les permitirá recuperar la inversión realizada y, al mismo tiempo, ofrecer soluciones de conectividad avanzada y fiable tanto dentro como fuera de Europa. Por ejemplo, se espera que Africa y el Ártico sean algunas de las áreas beneficiadas por este proyecto, ampliando su alcance mucho más allá de las fronteras europeas.

Constelación IRIS2

Participación española e impacto estratégico

España juega un rol fundamental en el desarrollo de IRIS2 gracias a la participación de Hispasat, la empresa nacional de telecomunicaciones satelitales. Esta participación sitúa a España en una posición privilegiada dentro del panorama espacial europeo, abriendo oportunidades tanto a nivel tecnológico como económico. “Esta adjudicación supone un primer paso ilusionante de un proyecto que definirá el futuro de las comunicaciones por satélite en Europa”, aseguró Miguel Ángel Panduro, consejero delegado de Hispasat.

El consorcio SpaceRISE, que incluye a Hispasat, Eutelsat y SES, no es solo un conjunto de grandes nombres, sino que también involucra a una red de pequeñas y medianas empresas tecnológicas de toda Europa, lo que promueve el espíritu colaborativo y la innovación dentro del marco del proyecto.

Visión a largo plazo y retos tecnológicos

Aunque el camino hacia la plena operatividad de IRIS2 todavía es largo, con una fecha objetivo en 2030, la puesta en marcha de esta infraestructura satelital multiórbita marca un antes y un después en el espacio europeo. El desafío ahora es garantizar que todas las partes involucradas, tanto públicos como privados, colaboren para superar los obstáculos tecnológicos y de financiación que puedan surgir en los próximos años.

Este proyecto no solo reforzará la posición de Europa en el ámbito de las telecomunicaciones, sino que también proporcionará una solución robusta para afrontar crisis, mejorar la conectividad y aportar valor a los actores comerciales y gubernamentales de todo el mundo.


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