Incendios forestales: temporada crítica, preparación, respuestas y desafíos en 2025

  • El aumento de incendios forestales en 2025 ha generado más desplazados, pérdidas materiales y retos para aseguradoras y autoridades.
  • Las estrategias de prevención y preparación comunitaria y familiar son clave para mitigar riesgos.
  • Las instituciones públicas y privadas refuerzan esfuerzos de coordinación y apoyo ante emergencias y reconstrucción.
  • El impacto de los incendios se extiende a problemas con seguros, salud y protección animal, exigiendo soluciones integrales.

Incendios forestales en 2025

Los incendios forestales han cobrado una relevancia especial en 2025, con diversas regiones de Estados Unidos experimentando su peor temporada en años recientes. Se ha puesto de manifiesto la importancia de estar adecuadamente preparados y contar con sistemas de respuesta eficaces. Comunidades, autoridades y empresas están intensificando medidas para hacer frente a los nuevos desafíos que plantean estos desastres.

El impacto de los incendios forestales abarca desde la afectación directa a viviendas y personas, hasta controversias con aseguradoras, problemas de salud y amenazas al bienestar animal. Esta realidad ha impulsado debates sobre la gestión de riesgos, la cobertura de seguros y la necesidad de planes de emergencia bien definidos tanto a nivel individual como colectivo.

Una temporada de incendios forestales más intensa y extendida

Respuesta y contención de incendios forestales

Este año se han registrado incendios de gran magnitud en el oeste, medio oeste y sureste del país, con hasta 15 grandes focos activos simultáneamente y cerca de 1,3 millones de acres arrasados por las llamas. Las condiciones climáticas extremas, junto al incremento de temperaturas y disminución de la humedad, han favorecido la propagación del fuego en zonas urbanas y rurales. Por ejemplo, el incendio de Kahikinui, en Maui (Hawái), afectó a la Reserva Forestal local y obligó a evacuar viviendas, aunque la rápida actuación permitió contener el 95% del fuego en pocos días.

Las consecuencias humanas y materiales resultan notables: miles de hogares han sido destruidos y las evacuaciones masivas han alterado la vida de muchas familias. En el área de Los Ángeles, los incendios de enero causaron decenas de víctimas mortales, desplazaron a miles de personas y ocasionaron pérdidas económicas sin precedentes. Ante este panorama, tanto las instituciones estatales como organizaciones como la Cruz Roja han intensificado la preparación y el despliegue de recursos de ayuda.

Medidas de preparación y respuesta: desde la prevención hasta la gestión de emergencias

Prevención de incendios forestales

Una de las claves para reducir el impacto de los incendios forestales reside en la prevención y concienciación. Desde las autoridades locales hasta los movimientos vecinales, se promueven acciones como limpiar la vegetación seca, mejorar elementos vulnerables de los hogares, crear áreas de protección y utilizar materiales más resistentes al fuego. Iniciativas como el programa Wildfire Prepared ofrecen certificaciones que facilitan el acceso a seguros de hogar más asequibles y ayudan a reducir el riesgo de daños graves.

El Distrito de Bomberos de Wasatch, por ejemplo, lleva a cabo campañas para informar a residentes y asociaciones vecinales sobre cómo reforzar la protección de sus viviendas. A pesar de los recortes en el presupuesto federal, se ha logrado impulsar el uso de maquinaria destinada a reducir la vegetación inflamable y continuar con actividades educativas. También se hace especial énfasis en seguir las indicaciones oficiales sobre el uso de fuegos artificiales y en actuar con rapidez en caso de peligro.

Las instituciones nacionales, como FEMA, han reforzado la coordinación con entidades estatales, tribales y territoriales mediante videoconferencias y simulacros para abordar distintos escenarios, incluyendo incendios severos. El objetivo es garantizar una respuesta ágil y bien coordinada, posicionando recursos estratégicamente y mejorando la comunicación durante las emergencias.

Además, organizaciones como la Cruz Roja Americana se preparan para ofrecer refugio, alimentos y productos básicos a los afectados, movilizando voluntarios y recursos en tiempo récord. Se recomienda a la población descargar aplicaciones móviles oficiales para recibir alertas en tiempo real y tener en cuenta los planes de evacuación, incluyendo a las mascotas.

Los seguros de hogar y los retos tras el incendio

El impacto de los incendios forestales no termina con la extinción de las llamas; el proceso de recuperación suele ser complejo. El acceso a seguros de hogar en zonas de alto riesgo se ha vuelto más difícil: las primas se han encarecido, y algunas aseguradoras han dejado de ofrecer pólizas nuevas, generando incertidumbre para los propietarios.

Se han llevado a cabo investigaciones sobre la gestión de reclamaciones por parte de aseguradoras como State Farm, debido a retrasos y denegaciones en la cobertura de daños. Las quejas recurrentes señalan exigencias documentales excesivas y falta de transparencia, por lo que los reguladores están interviniendo y creando grupos de trabajo para mejorar los procedimientos. Además, la contaminación por humo y materiales peligrosos, como plomo o asbestos, representan un problema de salud que requiere medidas adicionales y soluciones específicas de remediación.

La recertificación periódica de programas de protección y la exigencia de aportar comprobantes anuales de mejoras en la vivienda son cada vez más habituales. Mantener estos registros resulta esencial para quienes desean conservar coberturas y certificaciones.

Es fundamental planificar con antelación y acceder a información confiable. Organismos oficiales y asociaciones recomiendan documentar los daños, solicitar ayuda especializada y mantener un registro detallado de todas las gestiones relacionadas con el seguro.

incendios forestales y calentamiento global
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La temporada 2025 ha evidenciado que los incendios forestales constituyen un fenómeno complejo, con implicaciones tanto inmediatas como a largo plazo para la población, las infraestructuras y el medio ambiente. Prepararse, informarse y tomar medidas preventivas puede marcar la diferencia en la seguridad y el manejo de situaciones críticas.