Es común ver a muchas familias que viven en el ámbito rural o que tienen casas para ir los fines de semana. Durante los meses de invierno cuando las temperaturas son muy bajas se emplean estufas de madera y carbón para calentar la casa. Sin embargo, esta costumbre hogareña tiene diversos impactos sobre el medioambiente.
En este artículo vamos a tratar sobre el impacto ambiental de las estufas de madera y carbón en las zonas rurales y las posibles alternativas para lidiar con ello. ¿Quieres aprender más sobre esta problemática ambiental? Sigue leyendo.
Uso de las estufas de madera
La leña ha sido utilizada a lo largo de la historia para calentar los hogares de todo el mundo cuando las temperaturas son más bajas. Se considera un tipo de recurso natural que se extrae de los ecosistemas y que, mediante su combustión, nos aporta el calor suficiente para combatir el frío invernal. El consumo de leña tiene adjunto algunas variables como pueden ser económicas, ecosistémicas, sociales, técnicas, sociales y culturales.
Por lo general sirven para la cocción y calefacción aparte de otorgar buenas relaciones sociales. A quién no le encantaría pasar un buen fin de semana rodeado de los seres queridos en una casa rural con chimenea en pleno invierno. La verdad es que es una situación muy agradable por la que su uso se ha extendido socialmente. Sin embargo, el uso reiterado y generalizado de este tipo de estufas puede convertirse en un problema de contaminación.
En la actualidad, lamentablemente el mayor consumo de energía proviene de los combustibles fósiles. Estos son fuentes no renovables de energía y se forman a través de los largos procesos de descomposición de la materia orgánica. La leña requiere de un proceso de combustión para otorgar el calor que tanto necesitamos y, mediante dicho proceso, emite una serie de gases de efecto invernadero que contribuye al calentamiento global.
Impacto ambiental en el uso de la leña
Las estufas tanto de madera como de carbón son fuentes de energía no renovable y, por lo tanto, contaminan en su uso. Uno de los inconvenientes principales del uso de la leña es que tienen un alto contenido en álcalis, un contenido bajo en humedad y gran heterogeneidad en los materiales a los que da lugar cuando ocurre el proceso de la combustión.
Y es que cuando quemamos madera no estamos emitiendo solamente dióxido de carbono y agua (como en cualquier combustión), sino que también se generan otros compuestos. Entre estos elementos nos encontramos con los aldehídos, compuestos hidrocarburos policíclicos aromáticos (conocidos como PAH’s), compuestos volátiles como lo son las dioxinas (muy perjudiciales para la salud y el medioambiente) que son consideradas mutagénicas. Estas dioxinas tienen un tamaño de partícula respirable por el ser humano y puede contribuir a enfermedades genéticas.
Estos elementos emitidos durante la combustión de leña de las estufas afectan al medioambiente de alrededor y todo aquel lugar donde los gases lleguen. Además, en el interior del hogar también se respiran gran parte de estos gases y dioxinas emitidas durante la combustión de la leña.
Impacto en el ser humano
Las estufas de madera emiten entre 10 y 180 gramos de monóxido de carbono por cada kilogramo de leña empleada. Este gas tienen graves efectos en el ser humano al mezclarse con la sangre. Nos encontramos con problemas como una disminución de los niveles de oxígeno, afectando al corazón. Si las concentraciones se tornan más altas, podemos perder el conocimiento y tener daños cerebrales que conlleven a la muerte. Estos casos de intoxicación por monóxido de carbono se le conoce como muerte plácida, ya que no se es consciente cuando uno se está intoxicando.
Otro gas que se emite durante la combustión en las estufas de madera es el dióxido de nitrógeno. En este caso, el problema se presenta cuando se está expuesto por temporadas prolongadas, originando enfermedades respiratorias, especialmente en niños. Nos encontramos con diversos casos en los que familias emplean este tipo de estufas durante mucho tiempo o incluso alargándolo todo el invierno. Como siempre se dice, es la dosis la que hace el veneno.
Durante la combustión de la madera también se emite dióxido de sulfuro que, en alta concentración, produce tos, congestión en el pecho, reducción de las funciones del pulmón, en incluso bronquitis. Estas partículas en suspensión respiradas pueden producir pulmonía y asma.
Aspectos sociales y ecosistémicos
Evidentemente no va a ocurrir nada por irnos un fin de semana y estar bajo el calor que nos otorga una estufa de madera o carbón. Pero si esa exposición se hace muy prolongada, es cuando llegan los problemas. Sin embargo, los impactos producidos en el medioambiente se deben al número de viviendas rurales que disponen de este tipo de calefacción en invierno y no tanto de la frecuencia.
Una sola casa puede tener activa las 24 horas del día los 7 días de la semana una estufa de madera que el impacto va a ser mínimo. Pero basta con que 200 casas la tengan encendida un fin de semana para que las emisiones de gases sean notorias.
Los aspectos ecosistémicos hacen referencia a aquellos elementos de la naturaleza que pueden ser dañados a través del uso de este tipo de estufas. Tendremos que analizar el valor ecológico de las zonas donde nos encontremos, ya que no se puede realizar un impacto ambiental donde no hay valor. La vegetación y fauna además de la hidrología y geología del terreno son condicionantes del impacto ambiental.
Alternativas
Para reducir el impacto ambiental de las estufas de madera y carbón en las zonas rurales nos encontramos con varias alternativas. Una de ellas son las estufas de pellets. Aunque sigue funcionando como combustible de biomasa, lo hace de una forma diferente. El pellet contribuye a una combustión más limpia y las estufas vienen preparadas para no emitir los gases dentro de hogar. Estos gases son reconducidos al exterior.
Otra alternativa son las estufas de bioetanol. Estas funcionan a través de la quema de un alcohol refinado procedente de productos agrícolas como patatas, caña de azúcar, maíz y cebada. Este tipo de estufas tiene la ventaja de que puede controlar la cantidad de calor que podemos emitir.
Espero que con esta información puedas conocer más acerca de este impacto ambiental.