El huracán Kirk ha captado la atención de los meteorólogos mientras sigue avanzando por el océano Atlántico tropical. Este fenómeno, que ya ha alcanzado la categoría 1, tiene el potencial de intensificarse y llegar a ser un huracán de categoría 3 en los próximos días, según las previsiones más recientes. El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) ha destacado que las condiciones atmosféricas actuales son favorables para su fortalecimiento, con temperaturas en la superficie del mar que oscilan entre los 28 ºC y 30 ºC, y niveles bajos de cizalladura que permitirán que Kirk siga ganando fuerza.
Situado a unos 1.720-1790 km al oeste de Cabo Verde, Kirk avanza a una velocidad de aproximadamente 22 km/h, desplazándose en dirección noroeste. A partir del próximo jueves, se espera que haga un giro hacia el noreste, dirigiéndose hacia zonas no habitadas del Atlántico, aunque su trayectoria aún genera incertidumbre y requiere un monitoreo constante para determinar cómo evolucionará en los próximos días.
El huracán Kirk podría intensificarse hasta la categoría 3
Actualmente, Kirk presenta vientos sostenidos de hasta 130 km/h, con una presión mínima de 984 hPa en su centro. Los meteorólogos prevén que el huracán alcanzará la categoría 3 para mediados de esta semana, lo que lo calificaría como un huracán mayor. Este será el séptimo huracán de lo que va de la temporada de 2024, aunque la formación de un séptimo huracán suele darse más tarde, hacia noviembre. Pero la temporada actual está siendo especialmente activa en el Atlántico.
Los expertos señalan que factores como las cálidas temperaturas oceánicas o la gran cantidad de humedad en las capas atmosféricas son clave en este fortalecimiento. Sin embargo, una vez que Kirk avance más al norte, se espera que se encuentre con aguas más frías, lo que podría contribuir a su debilitamiento progresivo.
¿Podría el huracán Kirk llegar a Europa?
La gran pregunta ahora es si el huracán Kirk tiene posibilidades de llegar a Europa. Aunque es altamente improbable que lo haga como un huracán, las previsiones a largo plazo sugieren que podría terminar su viaje como una borrasca, afectando a partes de las Islas Británicas e incluso al norte de la península ibérica.
Según los modelos meteorológicos más recientes, Kirk podría girar hacia el noreste a finales de esta semana, siguiendo un ‘pasillo’ de bajas presiones que lo llevaría hacia el Atlántico norte. En este punto, con la interacción de las condiciones atmosféricas, su transición hacia un ciclón extratropical, conocido como borrasca ex-Kirk, sería casi inevitable. Los efectos de esta borrasca se sentirían, con alta probabilidad, en las islas británicas y podrían extenderse hacia el noroeste de España.
Hay que tener en cuenta que, en este tipo de situaciones, las previsiones meteorológicas a largo plazo conllevan una importante incertidumbre. Cualquier pequeño cambio en las condiciones atmosféricas podría modificar sustancialmente el curso de Kirk.
Posible impacto en España y Europa
De acuerdo con los reportes actuales, el anticiclón situado al oeste de Canarias y otro sobre Groenlandia podrían influir en la trayectoria del huracán evitando su impacto directo en España. No obstante, se espera que un “pasillo de bajas presiones” permita que ex-Kirk pueda desviarse hacia las islas británicas y algunas áreas del norte peninsular, aunque no como huracán activo.
Este escenario, aunque especulativo dada la distancia temporal, sugiere que los efectos de Kirk en Europa se limitarían principalmente a fuertes vientos y lluvias asociados a la borrasca que desarrollaría tras la transición extratropical. Para finales de la próxima semana, esta borrasca sería muy activa y cubriría un amplio radio de acción en el Atlántico, lo que la convertiría en un sistema meteorológico a vigilar de cerca.
En cuanto a la península ibérica, los modelos apuntan principalmente al norte de España y, de manera más general, a la franja occidental, como las zonas más susceptibles a recibir los efectos colaterales de este sistema meteorológico. Aunque la intensidad de estos efectos aún está por determinar, es posible que se experimente un aumento de las precipitaciones y fuertes rachas de viento en esas regiones.
Finalmente, hay que considerar el impacto del cambio climático en la evolución de fenómenos meteorológicos de este tipo. Aunque los huracanes en Europa son poco frecuentes, el calentamiento global podría potenciar la aparición de tormentas subtropicales y ciclones extratropicales cada vez más intensos en nuestro continente.
El huracán Kirk sigue su curso en el Atlántico, aumentando de categoría conforme pasa por un ambiente favorable que acelera su fortalecimiento, y aunque su impacto directo en tierra parece limitado por el momento, su posible evolución a borrasca y los efectos que podría tener sobre Europa no deben subestimarse.