El asteroide Bennu ha despertado un gran interés tanto en la comunidad científica como en el público general debido a su proximidad a la Tierra y su potencial riesgo de impacto. Con un diámetro aproximado de 500 metros y una masa de 74 millones de toneladas, es uno de los asteroides más vigilados por la NASA y otras agencias espaciales.
Gracias a la misión OSIRIS-REx, se ha podido estudiar con gran precisión su órbita, composición y posibles efectos en caso de colisión. Este artículo recopila toda la información disponible sobre Bennu, explorando su historia, características y su potencial impacto en nuestro planeta.
Tamaño y características del asteroide Bennu
Bennu es un asteroide de tipo B, es decir, rico en carbono y materiales orgánicos. Se estima que su formación data de hace entre 700 millones y 2.000 millones de años. Su diámetro es de aproximadamente 490-500 metros y su masa es de 7,3 × 10¹⁰ kg. En términos de densidad, se ha calculado que tiene una densidad de 1.190 kg/m³, lo que indica que es una acumulación de escombros poco compactada.
Uno de los hallazgos más interesantes de OSIRIS-REx es que Bennu expulsa pequeños fragmentos de roca al espacio de manera espontánea, un comportamiento inusual para un asteroide de su tamaño.
Para entender mejor la gravedad de estos asteroides, es útil conocer también otros ejemplos, como el asteroide Apophis, que representa otro importante objeto de estudio en la defensa planetaria y sus características únicas.
Órbita y trayectoria futura
Bennu pertenece a la familia de asteroides Apolo, lo que significa que su órbita cruza la de la Tierra. Su periodo orbital es de 436,6 días y se acerca a nuestro planeta cada seis años. Su perihelio (punto más cercano al Sol) es de 0,8969 UA y su afelio (punto más alejado) llega hasta 1,356 UA.
Según modelos de predicción basados en datos de OSIRIS-REx, el 24 de septiembre de 2182 es la fecha con mayor probabilidad de impacto, aunque esta sigue siendo baja, de aproximadamente 0,037 %. Hasta el año 2300, la probabilidad total de colisión es del 0,057 %.
Aunque las posibilidades de impacto son relativamente bajas, la vigilancia continua de asteroides como Bennu es esencial para poder anticipar cualquier amenaza futura.
Posibles efectos en caso de impacto
Si Bennu llegase a impactar contra la Tierra, los efectos dependerían de la velocidad, ángulo y ubicación del impacto. Se estima que liberaría una energía equivalente a 1.421 megatones, 28 veces más que la Tsar Bomba, la explosión nuclear más potente jamás creada.
Entre los efectos más probables se incluyen:
- Un invierno de impacto con reducción de la temperatura global en hasta 4ºC.
- Disminución del 15% de las precipitaciones.
- Reducción del 32% de la capa de ozono, aumentando la radiación ultravioleta.
- Descenso del 36% de la fotosíntesis terrestre y 25% de la marina, afectando la producción de alimentos.
La magnitud de estos efectos subraya la importancia de estudiar y entender tanto a Bennu como a otros asteroides que podrían representar un riesgo significativo.
La misión OSIRIS-REx y sus descubrimientos
La misión OSIRIS-REx, lanzada en 2016, ha sido clave para conocer Bennu en profundidad. La nave espacial pasó más de dos años orbitándolo, recolectó muestras y estudió su composición y dinámica.
En 2023, las muestras traídas a la Tierra revelaron que Bennu contiene carbono, agua y fósforo, elementos clave en la formación de la vida. Este hallazgo refuerza la teoría de que los asteroides pueden haber sido responsables de traer los ingredientes esenciales para la vida a la Tierra primitiva.
Estos descubrimientos no solo han ampliado nuestro conocimiento sobre Bennu, sino que también tienen implicaciones en el estudio de otros asteroides y su relación con el origen de la vida en la Tierra.
Defensa planetaria y posibilidades de desvío
Dado que Bennu es uno de los asteroides con mayor probabilidad de colisionar con la Tierra, la NASA y otras agencias espaciales están desarrollando estrategias de defensa planetaria. La misión DART de la NASA ha demostrado que es posible desviar asteroides mediante el impacto de una nave, lo que abre la puerta a futuras soluciones para mitigar posibles amenazas.
Por otro lado, la agencia espacial china ha propuesto lanzar cohetes para alterar la trayectoria de Bennu si fuera necesario en el futuro.
La vigilancia y el estudio de asteroides como Bennu no solo son cruciales para la seguridad del planeta, sino que también ofrecen información valiosa sobre el origen y evolución del sistema solar. Gracias a la misión OSIRIS-REx, sabemos más que nunca sobre este intrigante asteroide y sus posibles implicaciones para la Tierra en los próximos siglos.