La próxima luna llena llegará con un eclipse lunar total visible al atardecer, un espectáculo que teñirá el satélite de tonos rojizos y que podrá seguirse desde gran parte del país. La conocida Luna de sangre aparecerá baja sobre el horizonte, ofreciendo una estampa muy fotogénica.
En España, la totalidad podrá contemplarse en casi todo el territorio salvo en el oeste de Galicia y en las islas Canarias, donde solo se apreciará la fase parcial. No hacen falta instrumentos: a simple vista se disfruta sin riesgos, igual que con unos prismáticos o un pequeño telescopio.
Horario y fases del eclipse
La sombra de la Tierra comenzará a morder la Luna a las 18:27, momento en el que arranca la fase parcial. La totalidad se extenderá de 19:31 a 20:53, con el máximo previsto a las 20:12 (hora peninsular). La duración de la fase total será de 83 minutos, una de las más largas de la década.
Para observarlo con garantías, la franja más interesante va aproximadamente de 19:30 a 21:00. En buena parte del este peninsular y Baleares la Luna ya estará alta durante gran parte de la totalidad, mientras que en sectores del oeste aparecerá ya eclipsada cerca de su máximo.
Dónde se verá en España
Según los cálculos oficiales, la totalidad será visible en casi toda la Península y Baleares. En el oeste de Galicia y en Canarias, la Luna saldrá cuando el eclipse ya esté avanzado, por lo que allí solo se verá la fase parcial.
Por ciudades, los tiempos de totalidad estimados son orientativos: Barcelona rondará los 41 minutos (desde alrededor de las 20:12), Valencia unos 21, Madrid alrededor de 18 (en torno a las 20:35–20:53) y Sevilla cerca de 11 (a partir de las 20:42). En A Coruña la Luna saldrá sobre las 20:56, por lo que la totalidad ya habrá terminado; en Ourense y Lugo la salida lunar coincidirá prácticamente con el final de la fase total.
Quien desee afinar horarios por localidad puede consultar los datos del IGN en su apartado “Desde las capitales de provincia”, donde se muestra la evolución del fenómeno para cada ciudad y si la totalidad será visible o solo parcial.
Por qué la Luna se vuelve roja
Durante un eclipse total, la Tierra se sitúa entre el Sol y la Luna y proyecta su sombra sobre el satélite. Aun así, parte de la luz solar atraviesa la atmósfera terrestre y se desvía hacia la superficie lunar, filtrada por el aire; por eso la vemos con tonos rojizos debidos a la dispersión de Rayleigh, el mismo proceso que colorea amaneceres y atardeceres.
La intensidad del color puede variar: polvo, humo o bruma en la atmósfera potencian los rojos oscuros, mientras que una atmósfera más limpia favorece un rojo más suave. Ese es el motivo de que cada Luna de sangre tenga un matiz ligeramente diferente.
Consejos para observarlo mejor
El fenómeno es totalmente seguro a simple vista. Para disfrutarlo, conviene buscar un lugar con el horizonte este despejado, sin edificios ni montañas que oculten la salida de la Luna, especialmente en el oeste peninsular y Galicia.
Un punto elevado (miradores, azoteas autorizadas o lomas) ayuda a ganar ángulo. Llevar prismáticos mejora el contraste y permite apreciar los cambios de brillo y color durante las distintas fases. Aplicaciones como Stellarium, Star Walk o SkySafari pueden ser útiles para seguir la trayectoria.
Si quieres comprobar exactamente cuándo verás la Luna sobre tu ciudad, revisa los recursos del Instituto Geográfico Nacional: allí se detalla la evolución del eclipse en cada capital y si coincide con la totalidad o solo con el tramo parcial.
Otras fechas a tener en cuenta
Este será el segundo y último eclipse lunar del año. El anterior eclipse total observable desde España fue el 14 de marzo, aunque en algunas zonas del este peninsular y Baleares la totalidad no pudo seguirse completa por el horario.
La próxima cita de este tipo llegará el 2–3 de marzo de 2026, pero no será visible desde España. Después, habrá un eclipse parcial el 28 de agosto de 2026 y un penumbral el 20 de febrero de 2027, ambos con características distintas.
Una Luna llena teñida de rojo al anochecer, horarios bien definidos y amplia visibilidad en España convierten este eclipse en una oportunidad perfecta para mirar al cielo; bastan un horizonte despejado, algo de planificación y, si apetece, unos prismáticos para saborear cada minuto de la totalidad.
