La llegada del invierno al Cono Sur ha traído consigo una alerta importante ante la inminencia de potentes olas de frío que afectarán a países como Uruguay, Argentina y buena parte del centro de Chile. Las previsiones meteorológicas apuntan a una temporada con temperaturas inusualmente bajas, heladas severas y, en algunos casos, incluso posibilidades de nevadas donde no son habituales.
Durante los próximos días, grandes masas de aire polar están en camino a la región, lo que generará un período extenso con temperaturas por debajo de lo normal y episodios de frío extremo, sobre todo en la primera mitad de julio. Especialistas advierten que, a diferencia de otros inviernos, este ciclo se verá marcado por irrupciones intensas de aire frío que podrían prolongarse más allá de lo habitual.
Frío intenso y posibilidad de nieve en Uruguay y Buenos Aires

En Uruguay y el centro-este de Argentina, los pronósticos anuncian la llegada escalonada de dos masas de aire polar de origen antártico que dejarán a su paso fuertes descensos térmicos y condiciones invernales rigurosas. En el caso de Uruguay, los modelos meteorológicos hablan de mínimas que podrían caer hasta los -2 ºC en el norte y valores apenas por encima de cero en el resto del país. Las sensaciones térmicas podrían ser aún menores, sobre todo al final del día y en la madrugada.
Expertos meteorológicos apuntan que el periodo más frío se prolongará durante las próximas dos semanas, coincidiendo con las vacaciones escolares y la primera quincena de julio, cuando suelen registrarse las temperaturas más bajas del año. Se prevé la llegada de varias masas de aire muy frías, capaces de generar las primeras olas de frío invernales. Además, en zonas del interior norte, las heladas serán recurrentes y especialmente intensas, con la probabilidad de ver nieve en puntos concretos de Buenos Aires y Uruguay, según los últimos modelos.
Las autoridades meteorológicas han advertido sobre la posibilidad de heladas negras en áreas elevadas, donde la combinación de vientos fuertes y temperaturas bajo cero puede generar daños a cultivos y afectar la vegetación. El Instituto Uruguayo de Meteorología ya prevé temperaturas mínimas extremas durante la próxima semana, con registros que serán los más bajos observados en 2025 en muchas localidades.
Patrón de olas de frío y lluvias cortas en el centro de Chile
En la zona central de Chile, el invierno también se presenta con condiciones severas. Investigadores del clima advierten sobre un “invierno extremo” caracterizado por la alternancia de lluvias intensas y cortas con prolongados periodos de frío acusado, cielos despejados, heladas y bancos de niebla. Se pronostica que tras episodios de precipitaciones, las temperaturas puedan desplomarse hasta valores de entre -3 y -4 ºC, poniendo en riesgo a cultivos sensibles y generando problemas tanto en zonas agrícolas como urbanas.
Las heladas tras la lluvia afectan especialmente a hortalizas y plantas de invernadero, y se advierte de daños severos en el tejido vegetal. Los expertos en agroclimatología recomiendan a los productores mantenerse atentos a los pronósticos y tomar medidas preventivas, especialmente en julio y agosto, cuando suelen presentarse los picos de frío más marcados.
Las ciudades también podrían experimentar dificultades para evacuar el agua acumulada por lluvias súbitas, aumentando el riesgo de inundaciones en áreas urbanas y rurales.
Contexto climático: cambios y extremos
Este patrón invernal con irrupciones polares tan potentes no es ajeno al contexto de cambio climático. Aunque se advierte un aumento progresivo de las temperaturas medias en las últimas décadas, las masas frías antárticas siguen impactando notablemente cada invierno. Algunos estudios apuntan a que estos eventos, aunque menos frecuentes, pueden ser más intensos y abruptos.
La combinación de masas polares, posibles nevadas, heladas severas y lluvias intensas sitúa a la temporada invernal actual como una de las más exigentes en términos climáticos de los últimos años para el sur de América.