Seguramente, si ves con frecuencia el tiempo en la televisión, habrás oído hablar de que existen varios tipos de frentes. Primero, nos encontramos con el frente cálido, después con el frío y otro menos común que se llama frente ocluido. Cada tipo de frente tiene unas características diferentes y unas condiciones ambientales necesarias para que tenga lugar. El frente ocluido es una mezcla de los frentes fríos y cálidos.
¿Quieres saber más sobre los frentes en la meteorología? En este artículo vamos a explicarte todo sobre el frente ocluido y la diferencia con el resto.
¿Qué es un frente?
Antes de conocer los tipos de frente, su formación y consecuencias para la meteorología, es necesario saber qué es un frente. Cuando se habla de que viene un frente y que va a traer mal tiempo, nos estamos refiriendo a una franja en la que se separan dos masas de aire de diferentes temperaturas. Estos frentes, atendiendo a la temperatura de cada masa de aire y cuál es la que se desplaza a mayor velocidad podemos clasificarlos en frente frío, caliente, ocluido y estacionario.
La palabra frente la extrajeron del lenguaje de los militares. Esto se debe a que, cuando las masas de aire entran en contacto, se produce actividades similares a lo que suele pasar en una batalla. Hay estruendos con tormentas eléctricas, ráfagas fuertes de viento y aguaceros.
El funcionamiento de estos frentes viene determinado principalmente por la variable de la presión atmosférica. El conjunto de valores de presión atmosférica que nos encontramos en una zona atendiendo a la cantidad de masas de aire y su temperatura se le denomina sistemas de presión atmosférico. Estos sistemas de presión son guiados por las corrientes de aire, ya que el aire tiende a moverse hacia la zona donde hay más presión a donde hay menos.
A los frentes pueden afectarle la morfología del terreno. El desplazamiento del aire se ve entorpecido por las montañas más altas y por grandes volúmenes de agua. En estos casos, la dinámica y evolución de los frentes cambia por completo.
Tipos de frente
Vamos a analizar cada tipo de frente en función de las características de cada uno y cómo van variando atendiendo al resto de variables meteorológicas.
Frente frío
Este frente frío está provocado por una franja en la que nos encontramos una inestabilidad atmosférica. Está provocada porque una masa de aire frío es la que se desplaza sobre una masa de aire caliente. Cuando el aire frío que avanza se encuentra con el caliente, se forma una especie de cuña donde penetra por debajo del aire más cálido. El aire frío tiene mayor densidad al tener menos temperatura por lo que, al pesar más, tiende a descender y ocupar el hueco más cercano a la superficie terrestre.
Por otro lado, la masa de aire caliente, al ser menos densa, es fácilmente reemplazada en superficie y asciende en altura. Cuando la masa de aire caliente va ascendiendo y se encuentra en capas más altas con un descenso de temperaturas por debajo de 0 grados, hace que el aire se condense dando lugar a nubes de desarrollo vertical. Son estas nubes las que podrán traer perturbaciones atmosféricas como los chubascos y acompañados de fuertes vientos. En las cotas más altas habrán tormentas de nieve.
Conforme el frente frío avanza, nos encontramos con una zona más húmeda y cuando ha pasado, suele dejar un ambiente más seco. Cuando un frente frío va avanzando, provoca un descenso brusco de las temperatura. Dependiendo de la zona donde nos encontramos y la época del año en la que tenga lugar, el frente frío suele durar entre 5 y 7 días como máximo.
Frente cálido
El frente cálido es aquel en el que la masa de aire caliente avanza para reemplazar al aire frío. Por lo general, cuando un frente cálido avanza, va dejando un rastro de aumento de temperaturas y de la humedad ambiental. Al aumentar estas variables hace que la presión atmosférica baje, por lo que habrá algunas lluvias no muy fuertes. Es posible que algunas lluvias o rachas de viento puedan llegar a formar tornados, si la superficie lo permite.
Por otro lado, es más común ver la neblina en el aire frío cuando éste antecede al frente cálido.
Frente ocluido
Vamos a pasar ahora a explicar el frente más olvidado o el menos conocido por todos. Y es que el frente ocluido se podría decir que es una mezcla de ambos. Para que se dé este tipo de frente, tiene que existir un frente caliente moviéndose de una forma lenta, seguido de un frente frío con un desplazamiento más rápido. Cuando esto sucede, el aire frío va acuñando al caliente y lo va empujando hacia arriba porque se desplaza a mayor velocidad.
Es entonces cuando los dos frentes avanzan moviéndose uno detrás del otro. La línea que se forma y separa ambos aires es el que se denomina frente ocluido. Por lo general, este tipo de frentes está asociado a los tipos de nubes como estratos y vienen acompañados de precipitaciones ligeras. Se suelen formar en áreas de baja presión y cuando dichas zonas se están debilitando.
En un mapa meteorológico, podrás ver la señalización de un frente ocluido porque están marcados por una línea punteada de color violeta. Esto significa que las señales del frente frío y las del caliente son las que señalan la dirección del desplazamiento del frente.
Frente estacionario
Por último, vamos a analizar el frente estacionario. Se trata de un límite que existe entre dos masas de aire. Cada masa de aire es igual de fuerte que la otra, por lo que ninguna puede desplazar o sustituir a la otra. Podemos encontrarnos una gran variedad de condiciones atmosféricas a lo largo de un frente estacionario. Las más generales son lluvias prolongadas y cielos cubiertos.
Tras varios días, ambos frentes se van disipando o se convierten en frente cálido o frente frío. Estos frentes estacionarios son los más frecuentes en la época de verano. Las precipitaciones más prolongadas que vienen asociadas con ellos son responsables de inundaciones de verano.
Espero que con esta información puedas aprender sobre el frente ocluido y su diferencia con el resto.