El fenómeno de “El Niño” y “La Niña” son cíclicos y actúan en función de las condiciones meteorológicas. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha advertido que durante el primer semestre del año 2017 se esperan condiciones neutras o muy débiles de “La Niña”. Aunque es probable que la situación pueda cambiar a partir de mayo.
Para poder conocer la acción de estos fenómenos, la OMM se basa en el estudio y creación de modelos que predicen estas actuaciones. Tras analizarlos, han llegado a la conclusión de que, la probabilidad de que las condiciones ambientales neutras se mantengan aún con el fenómeno de “La Niña” es del 70-85%.
El fenómeno de “La Niña”
Para poder contextualizar esta información, hacemos un breve recuerdo de lo que es el fenómeno de “La Niña”. Este fenómeno se desarrolla cuando la fase positiva de la Oscilación del Sur, alcanza niveles significativos y se prolonga por varios meses.
Cuando “La Niña” está presente, disminuye la presión del nivel del mar en la región de Oceanía, y provoca un aumento de la misma en el Pacífico tropical y subtropical junto a las costas de América del Sur y América Central; lo que conlleva al aumento de la diferencia de presión que existe entre ambos extremos del Pacífico ecuatorial. Los vientos alisios se intensifican, provocando que las aguas profundas relativamente más frías a lo largo del Pacífico ecuatorial, queden en la superficie.
Estos vientos anormalmente intensos, ejercen un mayor efecto de arrastre sobre la superficie del océano, aumentando la diferencia de nivel del mar entre ambos extremos del Pacífico ecuatorial. Con ello el nivel del mar disminuye en las costas de Colombia, Ecuador, Perú y norte de Chile y aumenta en Oceanía. Como resultado de la aparición de aguas relativamente frías a lo largo del Ecuador, la temperatura superficial del mar disminuye por debajo del valor medio climatológico.
Esto constituye la evidencia más directa de la presencia del fenómeno La Niña. Sin embargo las máximas anomalías térmicas negativas son menores a las que se registran durante El Niño. Durante los eventos de La Niña las aguas calientes en el Pacífico ecuatorial, se concentran en la región junto a Oceanía y es sobre esta región, donde se desarrolla la nubosidad y la precipitación más intensa.
Temperaturas en el Pacífico
Durante el segundo semestre del año 2016, las temperaturas de la superficie del Océano Pacífico se encontraban al límite del umbral que separa las condiciones frías y las neutras. Ahora, a comienzos del 2017, estas temperaturas y algunos campos atmosféricos han vuelto claramente a unos niveles neutros, por lo que el efecto de “La Niña” no se está dando. Estos indicadores, están haciendo que los meteorólogos piensen en que estas condiciones se mantendrán estables durante la primera mitad del 2017.
La diferencia en la actuación sobre las temperaturas globales es que “El Niño” las hace ascender y “La Niña” a descender. Además, “La Niña” hace que aumente la frecuencia de los huracanes en el océano Atlántico.
En el segundo semestre del 2017
Debido a que estos fenómenos no son siempre tan estables, se realizan modelos que proyectan las variables de las que dependen dichos fenómenos. Estas proyecciones realizadas por modelos de la OMM para después de mayo de 2017, incluyen una amplia gama de posibilidades. Es probable que se den condiciones frías, acorde con las que ofrece “La Niña” pero también condiciones neutras hasta la próxima formación de un episodio de “El Niño”.
Para el segundo semestre de 2017 lo más probable es que continúen las condiciones neutras de La Niña” en un 50 % de posibilidades, indica la organización, que advierte, sin embargo, que la probabilidad de que se forme un episodio de “El Niño” durante el tercer o el cuarto trimestre de 2017 “es significativa”, situándose en torno al 35 o 40 %.
Los ciclos de “El Niño” suelen ser cada 7 años. Sin embargo por la acción del cambio climático, estos ciclos se están dando de manera más intensa y más frecuente.