La isla griega de Santorini se enfrenta a una crisis sísmica que ha obligado a la evacuación de miles de personas en los últimos días. Desde finales de enero de 2025, la región ha sido sacudida por un intenso enjambre sísmico, con más de 600 temblores registrados hasta la primera semana de febrero. Las autoridades han desplegado medidas de emergencia para proteger a la población, incluyendo el cierre de escuelas y la suspensión de actividades públicas.
Más de 11.000 evacuados ante el temor de nuevos sismos
Desde que la actividad sísmica comenzó a intensificarse, miles de personas han abandonado la isla, utilizando ferris y vuelos comerciales que han incrementado su frecuencia para facilitar la salida de residentes y turistas. En algunos casos, la alta demanda de transporte ha generado atascos en las vías que conducen a los principales puntos de salida, con largas colas en el puerto y el aeropuerto de Santorini.
Las compañías aéreas y navieras han programado trayectos adicionales, lo que ha permitido evacuar hasta 2.500 personas por vía aérea en tan solo dos días. A pesar del éxodo masivo, algunos habitantes han decidido permanecer en la isla, confiando en que la actividad sísmica se estabilizará en los próximos días.
Cierres de escuelas y medidas de precaución
Como parte de las medidas preventivas, el gobierno griego ha decretado el cierre de centros educativos en Santorini y otras islas afectadas como Amorgos, Íos y Anafi, al menos hasta el viernes siguiente. Además, se han restringido las reuniones en espacios cerrados y se ha recomendado a la población alejarse de los acantilados y evitar las zonas costeras.
Se han desplegado equipos de rescate y especialistas en gestión de desastres para atender cualquier emergencia, además de reforzar la presencia de bomberos y personal de la protección civil. También se han habilitado áreas seguras y tiendas de campaña para aquellas personas que prefieran no permanecer en sus hogares.
¿Se avecina un terremoto mayor?
Los expertos en sismología han señalado que la actual secuencia de movimientos telúricos corresponde a un enjambre sísmico, lo que significa que no hay un único terremoto principal seguido de réplicas, sino una serie de temblores de distinta intensidad en un corto período de tiempo.
Según el Instituto Geodinámico de Atenas, los movimientos telúricos más fuertes han alcanzado magnitudes de hasta 5 en la escala de Richter, con epicentros situados en el mar, entre Santorini y Amorgos. Esta actividad sísmica se atribuye a las fallas submarinas de la región y no al volcán de Santorini, aunque en el pasado se han registrado terremotos de mayor intensidad en la zona, como el de 1956, que generó un tsunami de 30 metros.
Aunque algunos sismólogos consideran posible que un terremoto de magnitud superior a 6 alivie la tensión acumulada en la falla, otros advierten que la actividad podría prolongarse durante semanas o incluso meses antes de disiparse por completo.
Impacto en la vida cotidiana y la economía local
La situación ha provocado una alteración significativa en la vida cotidiana de los habitantes de Santorini. Algunos residentes temen por su seguridad y han optado por dormir al aire libre, en vehículos o en espacios habilitados por las autoridades. Además, los hoteles han sido instruidos para vaciar sus piscinas, ya que el peso del agua podría comprometer la estabilidad de los edificios en caso de un sismo más fuerte.
El sector turístico también se ha visto afectado, con cancelaciones de reservas y una disminución en la afluencia de visitantes, aunque la temporada alta aún no ha comenzado. Los turistas que aún permanecen en la isla han sido informados sobre las medidas de seguridad y los pasos a seguir en caso de un temblor de mayor magnitud.
A pesar de la incertidumbre, las autoridades insisten en que se están tomando todas las precauciones necesarias y que la situación está siendo monitoreada constantemente. La población ha sido exhortada a mantener la calma y a seguir las recomendaciones de Protección Civil, sin caer en alarmismos innecesarios.
El comportamiento de estas fallas geológicas seguirá siendo analizado por los expertos, quienes intentan determinar si la actividad sísmica se reducirá en los próximos días o si existe la posibilidad de que se genere un terremoto mayor. Entretanto, Santorini sigue en vilo, con una población en alerta y un constante flujo de personas que abandonan la isla en busca de mayor seguridad.