España impulsa satélites de última generación para anticipar danas e inundaciones

  • Inversión de 325 millones en tres satélites ESCA+ con sensores ópticos, térmicos y radar
  • Datos casi en tiempo real para emergencias: inundaciones, incendios, vertidos y danas
  • Aplicaciones en sequía y agricultura, con apoyo a la PAC y a la transición ecológica
  • Impacto industrial: más de 200 millones en contratos y colaboración con ESA y la Agencia Espacial Española

Satélites de observación para prevención de desastres

España acelera su estrategia de observación de la Tierra con una apuesta por satélites de última generación orientados a prevenir catástrofes como las inundaciones asociadas a episodios de DANA en la Comunidad Valenciana. La iniciativa refuerza la capacidad pública para vigilar fenómenos extremos y tomar decisiones con mayor rapidez.

Con una dotación de 325 millones de euros gestionada por la Agencia Espacial Española, el plan prevé poner en órbita tres plataformas que proporcionarán información casi en tiempo real a los servicios de emergencias y a las administraciones responsables de la protección civil.

Qué incorporan estos satélites

Las nuevas unidades integrarán cámara óptica de muy alta resolución (VHR), cámara térmica infrarroja (TIR) y radar de apertura sintética (SAR), una combinación que permite observar tanto de día como de noche y bajo nubosidad intensa.

Además, contarán con sensores para campos electromagnéticos (ELINT) y posibles demostradores tecnológicos en comunicaciones seguras (enlace intersatelital, QKD) y maniobras de deorbitado al final de su vida útil. Su masa estimada se sitúa entre 200 y 250 kilogramos, con una arquitectura pensada para revisitas frecuentes y gran agilidad de observación.

Observación terrestre para anticipar danas e inundaciones

Preparación ante danas, inundaciones y otras emergencias

El objetivo operativo es claro: mapear en minutos las zonas afectadas por una emergencia para optimizar rescates, cortes de carreteras, evacuaciones y despliegue de recursos. En episodios de DANA como el vivido en Valencia, los datos SAR ayudan a identificar anegamientos y desbordamientos incluso con nubes persistentes.

La combinación de imágenes ópticas y térmicas permitirá caracterizar la extensión de las láminas de agua, monitorizar infraestructuras críticas y evaluar daños, mientras que la detección radar ofrecerá continuidad de servicio en condiciones meteorológicas adversas.

También se contemplan usos directos en incendios forestales (detección y seguimiento de frentes activos), vertidos y monitorización costera, facilitando una respuesta coordinada entre administraciones regionales y estatales.

Sequía, agricultura y transición ecológica

Más allá de la emergencia inmediata, la constelación aportará valor en la gestión de sequías y del regadío, el seguimiento de cultivos y el control de prácticas agrícolas para la Política Agraria Común (PAC).

Los sensores térmicos contribuirán a medir temperatura de la superficie continental y del mar, indicadores útiles para vigilar estrés hídrico, islas de calor y condiciones que favorecen convección intensa y tormentas severas.

Un marco europeo de cooperación: ESCA+ y EOGS

El despliegue se integra en el modelo ESCA+ (European Satellite Constellation Atlantic Plus), donde cada país aporta satélites y recibe acceso a todos los datos del sistema, garantizando continuidad y diversidad de mediciones.

España se articulará en el clúster ERS de la ESA para contribuir a la iniciativa EOGS (Earth Observation Governmental System) de la Comisión Europea, enlazando sus capacidades con las de otros socios y reforzando la vigilancia ambiental paneuropea.

Calendario, gestión e impacto en la industria

La inversión será gestionada por la Agencia Espacial Española con apoyo de la ESA y coordinación del MICIU, situando a la industria nacional como proveedora principal con subcontratación de universidades y centros tecnológicos.

Se estima un impacto de más de 200 millones de euros en contratos entre 2026 y 2027, con efecto tractor en polos aeroespaciales de Andalucía, Madrid, Galicia, Cataluña, País Vasco, Comunidad Valenciana y Castilla y León.

El proyecto supone un salto cualitativo: España, hasta ahora sin constelación multisatelital propia de estas características, se suma a la hoja de ruta europea y complementa otros activos previamente anunciados, como los 16 satélites previstos en la Constelación Atlántica.

Financiación ligada a la Adenda DANA

El programa se enmarca en la Adenda DANA al Plan de Recuperación, aprobada por la Comisión Europea, que crea un nuevo componente dedicado a resiliencia frente a desastres naturales y dota más de 1.240 millones de euros para reconstrucción e incremento de capacidades.

Además de los satélites, el paquete incluye actuaciones como reconstrucción de líneas ferroviarias y estaciones dañadas, renovación de flotas hacia cero emisiones y restauración de infraestructuras hídricas, para reducir la vulnerabilidad ante futuros impactos.

De los datos a la decisión en minutos

Con acceso a datos críticos casi en tiempo real, las autoridades podrán priorizar intervenciones, estimar daños y acelerar la logística de ayuda, algo clave en eventos extremos y crisis climáticas.

El radar garantizará observación a través de nubes y humo, la óptica aportará detalle de altísima resolución y la térmica permitirá detectar anomalías de calor; los sensores electromagnéticos ayudarán a caracterizar tormentas y descargas, completando un cuadro operativo robusto.

Con esta combinación tecnológica, España refuerza su capacidad de anticipación ante danas, inundaciones e incendios, integrando la observación satelital en la gestión cotidiana de emergencias y en las políticas de adaptación climática.

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