En el tramo final de mayo de 2025, España experimenta una de las subidas de temperaturas más acusadas de los últimos años. Tras una primavera marcada por la inestabilidad y precipitaciones superiores a lo habitual, un giro brusco del tiempo deja al país bajo un marcado ambiente veraniego, con valores térmicos que en muchos casos se asemejan a los que normalmente se alcanzan en pleno mes de agosto.
El calor ha llegado de golpe, con registros que se disparan hasta los 40 °C en algunos puntos del sur, especialmente en Andalucía, superando incluso las temperaturas habituales en ciudades como El Cairo. La presencia de una dorsal cálida en las capas medias y altas de la atmósfera y un persistente anticiclón marcan este episodio tan atípico para estas fechas.
Un ascenso térmico sin precedentes en mayo
Este episodio cálido tiene repercusiones en prácticamente todo el país. Desde el oeste peninsular hasta la zona centro, y especialmente en el Valle del Guadalquivir —donde Córdoba y Sevilla rozan y superan los 39-40ºC—, los termómetros alcanzan cifras muy poco habituales para el mes de mayo.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha activado los primeros avisos por calor del año, que se han extendido progresivamente por diversas comunidades como Andalucía, Extremadura, Aragón y Cataluña. Ocho provincias están en alerta, con especial atención a la campiña sevillana, donde los valores máximos pueden superar incluso los 38ºC desde mediados de semana.
Otras ciudades como Madrid, Lleida, Zaragoza, Jaén, Badajoz o Valladolid también están experimentando temperaturas excepcionalmente altas: se esperan máximas de 35 °C o incluso más durante el jueves y el viernes. Incluso en el Cantábrico y en el norte peninsular, los termómetros están apuntando mucho más alto de lo habitual, con registros superiores a los 30 °C en algunas ciudades.
¿Estamos ante una ola de calor?
Muchos se preguntan si este episodio se puede catalogar formalmente como ola de calor. Según los criterios oficiales, para definir un episodio de estas características es necesario que:
- Las temperaturas sean anormalmente elevadas para la época.
- Esa situación se mantenga durante al menos tres días consecutivos.
- Afecte de manera significativa y extendida a buena parte del territorio.
En este caso, aunque la intensidad del calor es sobresaliente y el ascenso está siendo rápido y generalizado, no se cumplen todos los criterios estrictos en todas las regiones. Sí se dan en algunas zonas del sur peninsular como Sevilla y Córdoba, donde el calor extremo es prolongado y afecta a una superficie amplia. Sin embargo, en otras áreas el episodio queda en un episodio muy cálido, pero no excepcional en cuanto a duración o extensión territorial.
La rapidez y magnitud del fenómeno destacan claramente. En Sevilla, por ejemplo, superar los 40 °C en mayo solo ha ocurrido en raras ocasiones desde que existen registros oficiales. Además, las máximas de 35 °C en Madrid representan una anomalía de hasta 10 grados respecto al promedio de estas fechas.
Factores meteorológicos detrás del episodio
La situación se explica por la combinación de una dorsal en altura, subsidencia y la llegada de una masa de aire africano. El anticiclón atlántico se ha extendido sobre la península y Baleares, provocando cielos despejados y una insolación poderosa sobre la superficie terrestre.
Además, la irrupción de aire cálido y seco procedente del norte de África ha provocado que los termómetros se disparen incluso más allá de los valores registrados en mayo en años anteriores. Este tipo de configuraciones atmosféricas también favorecen movimientos descendentes que calientan aún más el aire y mantienen las temperaturas elevadas durante varios días.
El resultado es un ambiente muy seco y cálido, con noches en muchas zonas que empiezan a ser tropicales (no bajan de 20 °C), especialmente en Andalucía y Extremadura, aunque en el norte los descensos nocturnos siguen siendo más acusados en comparación con las regiones del sur.
Repercusiones y consejos frente a este episodio
Las autoridades recomiendan extremar precauciones para minimizar los riesgos asociados al calor. En los días más intensos, se aconseja:
- Hidratarse con frecuencia, incluso antes de tener sed.
- Evitar la exposición al sol en las horas centrales del día.
- Llevar ropa ligera y transpirable, preferiblemente de colores claros.
- Permanecer en lugares frescos, ventilados o climatizados.
- No practicar ejercicio físico intenso al aire libre durante las horas de más calor.
- Prestar atención especial a niños, personas mayores y quienes padecen enfermedades crónicas.
Se prevé que la situación se mantenga, al menos, hasta principios de la próxima semana en muchas zonas del país. Es probable que el fin de semana en el norte traiga algún alivio, a medida que entren masas de aire más frescas y se produzcan tormentas puntuales en el noreste.
Este episodio confirma que las temperaturas extremas en mayo, aunque aún no cumplen todos los criterios oficiales de ola de calor en todas las regiones, sí están alcanzando niveles históricos en muchas zonas, superando récords y activando avisos de riesgos para la salud. La tendencia hacia temperaturas más altas en primavera indica que eventos similares podrían ser cada vez más frecuentes en el futuro cercano.