El volcán Kliuchevskoi ha registrado una erupción destacada en la península rusa de Kamchatka, con una columna de cenizas que se elevó hasta aproximadamente 10 kilómetros sobre el nivel del mar. La emisión fue reportada por los servicios geofísicos rusos a las 03:40 (hora de Moscú), activando de inmediato medidas de vigilancia reforzadas.
Las cenizas se desplazaron unos 90 kilómetros hacia el este y noreste, causando código rojo para la aviación por el peligro que representan para motores y la visibilidad en altura. Se detectan pulsos de lava incandescente en las laderas, especialmente en el flanco occidental, junto con explosiones intermitentes en la cumbre.
Qué ha pasado
Los institutos de vulcanología y sismología de la Academia de Ciencias de Rusia confirmaron el pulso eruptivo y su carácter principalmente explosivo. La pluma de cenizas, densa y sostenida, ascendió rápidamente, indicando una sobrepresión significativa en el conducto y un aporte constante de material fragmentado.
El seguimiento reciente muestra que el Kliuchevskoi mantiene una fase eruptiva activa desde la pasada primavera, con una intensificación tras finales de julio. Actualmente, se registran varias exhalaciones diarias de ceniza y episodios de derrame de lava que descienden por canales preexistentes en el volcán.
Impacto en la aviación y en las localidades cercanas
El color rojo en el código aeronáutico indica un riesgo alto para vuelos en los corredores del Pacífico Norte, con posibles desvíos y retrasos. La dispersión de ceniza a 10 km de altura puede interactuar con rutas de crucero, por lo que es recomendable que las aerolíneas planifiquen dinámicamente trayectorias y altitudes.
En superficie, la localidad de Kliuchi, ubicada a aproximadamente 30 kilómetros del volcán, permanece en vigilancia ante posibles caídas de ceniza fina. A mayor escala, Petropavlovsk-Kamchatski se encuentra a unos 450 kilómetros del volcán, fuera del impacto directo, aunque atenta a avisos por calidad del aire y visibilidad en carreteras.
Relación con el terremoto y la crisis sísmica regional
La actividad volcánica aumentó tras un terremoto de magnitud 8,8 ocurrido el 30 de julio en el entorno de Kamchatka. Este potente sismo, en una jornada de intensa actividad tectónica, pudo haber favorecido el ascenso de magma y gases hacia el sistema eruptivo del Kliuchevskoi. Leer más sobre terremotos en la región.
Las autoridades reportaron daños puntuales en infraestructuras de la región y emitieron alertas de tsunami en áreas costeras tras el seísmo, sin constancia de víctimas mortales. La comunidad científica subraya la importancia de monitoreo constante ante la posible relación entre eventos sísmicos y volcánicos en la zona del Pacífico noroccidental.
Rasgos del Kliuchevskoi: un coloso de Eurasia
El Kliuchevskoi es un estratovolcán que alcanza aproximadamente 4.835 metros (56,06°N / 160,64°E). Es el más alto y activo de la cadena volcánica de Kamchatka y uno de los más prominentes en Eurasia. Se considera la mayor estructura volcánica de su arco, con laderas simétricas y un cono claramente desarrollado.
Su boca principal mide alrededor de 700 metros de diámetro y en sus flancos abundan más de 80 fumarolas y conos parasitarios. En estos lugares, en fases de mayor actividad, discurren coladas de lava y procesos de desgasificación y fisuración.
Historial eruptivo y estilo de actividad
Es uno de los volcanes con registro eruptivo más prolongado del mundo, con actividad documentada desde 1697. A lo largo de los siglos, ha registrado más de un centenar de episodios, mostrando una alta recurrencia en el último siglo.
Su estilo es principalmente explosivo, combinando fases estrombolianas y vulcanianas con periodos de coladas de lava en sus fisuras laterales. Entre las etapas más relevantes recientes figuran los ciclo de 1960–1964, 1971–1973, 1977–1980, 1986–1990 y 2002–2004. La actividad se ha mantenido persistente desde 2005. Actualmente, el nivel de alerta es 4/5.
Seguimiento y recomendaciones
Las autoridades rusas mantienen vigilancia continua mediante instrumentos como sensores sísmicos y monitores de cenizas satelitales. Se anticipan emisiones frecuentes en el corto plazo, por lo que la población cercana debe seguir las indicaciones oficiales, especialmente el uso de mascarillas ante la caída de ceniza y la protección de sistemas de ventilación.
Para la aviación, se recomienda gestionar de forma flexible el espacio aéreo y consultar frecuentemente a los centros de control de vuelos (VAAC) y boletines NOTAM. En áreas de montaña y rutas de senderismo, las autoridades aconsejan evitar acercarse al cono y a zonas susceptibles de generar lahares o flujos piroclásticos si la actividad eruptiva cambia de forma abrupta.
Con cenizas elevándose a 10 km, una dispersión hacia el este y noreste impulsada por vientos en altura y un código rojo para la aviación, el Kliuchevskoi atraviesa una fase de intensa actividad que aumentó tras la crisis sísmica de finales de julio. Su tamaño, trayectoria eruptiva y ubicación en un entorno altamente tectónico demandan una vigilancia constante, coordinación entre científicos, autoridades y operadores aéreos para gestionar los riesgos.