El sucesor del Hubble

james webb

El Telescopio Espacial Hubble es un instrumento astronómico ubicado en órbita alrededor de la Tierra, diseñado para capturar imágenes y recolectar datos de alta calidad del espacio exterior. Fue lanzado el 24 de abril de 1990 por la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) como parte de una colaboración internacional. Gracias a este telescopio se han realizado numerosos descubrimientos del universo. Ahora, en la actualidad, el sucesor del Hubble es el que toma el relevo para seguir otorgando nuevos descubrimientos.

En este artículo vamos a contarte cuál es el sucesor del Hubble, sus características e importancia.

Características del telescopio espacial Hubble

telescopio hubble

Una de las características más destacadas del Telescopio Hubble es su capacidad para observar el cosmos desde fuera de la atmósfera terrestre. La atmósfera puede distorsionar y filtrar la luz que llega a la Tierra, lo que limita la calidad de las observaciones terrestres. Sin embargo, al estar en órbita, el Hubble evita estas limitaciones, permitiendo una visión mucho más nítida y precisa de objetos celestes distantes.

El Hubble utiliza una serie de instrumentos especializados, como cámaras y espectrógrafos, para capturar imágenes en diferentes longitudes de onda de la luz, desde el ultravioleta hasta el infrarrojo cercano. Esto proporciona a los científicos una visión completa y detallada de una amplia gama de fenómenos cósmicos, como galaxias distantes, nebulosas, estrellas en formación y planetas dentro y fuera de nuestro sistema solar.

Tiene gran capacidad para poder obtener imágenes de alta resolución. Gracias a esta capacidad, ha proporcionado imágenes sorprendentemente detalladas de objetos celestes, revelando estructuras y detalles que antes eran difíciles de observar. Estas imágenes han permitido avances significativos en nuestra comprensión del universo y han capturado la imaginación del público en general.

También ha desempeñado un papel importante en mediciones precisas de distancias a estrellas y galaxias distantes. Esto ha llevado a estimaciones más precisas de la tasa de expansión del universo y ha ayudado a los científicos a mejorar sus modelos cosmológicos.

A lo largo de los años, el Hubble ha sido objeto de varias misiones de mantenimiento y actualización por parte de astronautas en el transbordador espacial. Estas misiones han permitido reemplazar instrumentos, reparar componentes y mejorar su rendimiento general, extendiendo significativamente su vida útil. Ahora, los sucesores del Hubble van a tomar el relevo.

Sucesores del Hubble

sucesor del hubble moderno

El Hubble ha viajado casi 600 kilómetros desde la Tierra a 28 000 kilómetros por hora, tomando decenas de miles de observaciones, ha completado 1 millón de observaciones largas. diferentes cuerpos celestes. Más de 10 000 astrónomos que utilizan Hubble han publicado unos 15 000 artículos de investigación, lo que lo convierte en uno de los instrumentos científicos más eficientes jamás construidos.

No cabe duda de que el Telescopio Hubble ha supuesto una auténtica revolución para la astronomía, sobre todo por su capacidad de ser reparado y mejorado por los astronautas, lo que ha alargado su vida útil a lo largo de los años. Sin embargo, después de la última misión de mantenimiento en mayo de 2009, se ha llevado a cabo un extenso trabajo en su sucesor, el telescopio espacial James Webb.

Comparemos los parámetros del Hubble y James Webb. Mientras que el antiguo telescopio Hubble tiene solo un espejo monolítico de 2,4 metros, el telescopio James Webb tiene 18 secciones hexagonales para una apertura principal equivalente de 6,5 metros.

Su costo es cercano a los $ 9 mil millones. El telescopio, un proyecto conjunto de la NASA con las agencias espaciales europea y canadiense, pasó a llamarse James Webb en septiembre de 2002 en honor a uno de los administradores de la NASA durante la época dorada del programa Apolo.

James Webb ha realizado muchos desarrollos técnicos innovadores. Para destacar algunos de ellos, mencionar su espejo primario segmentado, que se pliega en tres partes para el lanzamiento y se ensambla en el espacio después del despegue; la óptica hecha de berilio, un material ultraligero y resistente al desgaste; o los crioenfriadores, que enfrían el telescopio. detectores hasta solo 7 Kelvin, optimizando sus observaciones en el infrarrojo, la región del espectro que observará James Webb.

Después de casi ocho años de construcción, todas las partes del telescopio están listas, destacando la sección hexagonal del espejo primario, que está cubierto con una capa de oro del tamaño de una micra (que es especialmente reflectante en el infrarrojo), y cuatro instrumentos científicos que se colocarán en el telescopio. Estos son una cámara de infrarrojo cercano, un espectrógrafo de objetos múltiples de infrarrojo cercano, otro instrumento de infrarrojo medio y una cámara con filtros sintonizables. El rango de trabajo espectral de James Webb está entre 0,6 y 27 nanómetros, con algunas capacidades de luz visible.

Objetivos del sucesor del Hubble

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El sucesor del Hubble estudiará todas las etapas de la historia cósmica, desde los primeros destellos posteriores al Big Bang, pasando por la formación de sistemas planetarios capaces de albergar vida en mundos como la Tierra, hasta la evolución de nuestro sistema solar. Otra de las novedades de este telescopio espacial en relación con el telescopio Hubble es que, a diferencia de este, no orbitará cerca de la Tierra, solo a unos cientos de kilómetros de la superficie, sino que está situado a 1,5 millones de kilómetros de la tierra de cara a la Tierra.

Desde el Sol, en el punto donde las fuerzas gravitatorias del Sol, la Tierra y la Luna están en equilibrio (conocido como Lagrange 2 o L2) y las condiciones de visualización son mucho mejores que en órbitas bajas como la del Sol. Hubble. Por supuesto, las visitas de mantenimiento de los astronautas son imposibles, por lo que tendría que ser más robusto y fiable que el Hubble. Su enorme tamaño (6.500 kg) también le permite ser puesto en órbita, lo que lo convierte en la versión más potente del Ariane 5 ECA de Europa.

James Webb tiene una vida operativa esperada de al menos cinco años, transportando suficiente combustible para hasta diez años en maniobras L2. Si todo sale bien, durará hasta 2030, complementando a la perfección los telescopios terrestres gigantes de 30 y 40 metros que se encuentran actualmente en construcción y que estarán operativos a fines de la próxima década.

Espero que con esta información puedan conocer más sobre el sucesor del Hubble y sus características.


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