El pasado invierno ha sido el más cálido registrado en toda la historia de España. Ha sido un invierno con temperaturas anormalmente altas y con ausencia de olas de frío. Esta tendencia se está repitiendo cada vez más con las consecuencias del cambio climático.
En este artículo vamos a analizar el por qué el pasado invierno ha sido el más cálido registrado en toda la historia de España y que nos espera en primavera y verano.
El pasado invierno ha sido el más cálido registrado en toda la historia de España
A la par de la temporada invernal 2019-2020, la temperatura media general del país experimentó un notable aumento de 1,9 ºC respecto a lo habitual. Si bien las precipitaciones se mantuvieron dentro de los rangos esperados, determinadas regiones del mar Cantábrico y una parte importante del área mediterránea encontraron condiciones áridas, persistiendo la sequía meteorológica. A medida que nos acercamos a la primavera astronómica, cuyo inicio está previsto para el próximo 20 de marzo a las 04:06 hora peninsular, es muy probable que España asista a temperaturas superiores a la media. En cuanto a las precipitaciones, existe la misma probabilidad de que superen o no los niveles habituales.
La Agencia Estatal de Meteorología ha publicado el pronóstico climático para el invierno anterior. Según el informe, fue el invierno más cálido jamás registrado, igualando el invierno de 2019-20. En cuanto a las precipitaciones, en general se situaron dentro de la normalidad, pero se produjeron zonas de elevada humedad en las zonas occidentales del país, mientras que el Levante, zonas del Cantábrico, el sur de Andalucía y los archipiélagos experimentaron condiciones secas o muy secas.
Temperaturas del invierno
La temporada de invierno de 2023-24, que abarca desde el 1 de diciembre de 2023 hasta el 29 de febrero de 2024, exhibió un nivel excepcionalmente alto de calidez en toda la España peninsular. La temperatura promedio registrada durante este período fue de 8,5 ºC, superando en 1,9 °C la media de largo plazo para esta localidad. Esto lo convierte en uno de los inviernos más calurosos jamás registrados, junto con la temporada 2019-20, desde que comenzó la recopilación de datos en 1961.
En la región mediterránea, la temporada invernal estuvo marcada por un clima excepcionalmente cálido, mientras que el resto de la España peninsular experimentó condiciones muy cálidas. Las Islas Baleares también experimentaron un alto nivel de calor, mientras que las Islas Canarias experimentaron un invierno extremadamente cálido. A lo largo del período de tres meses, las temperaturas superaron sistemáticamente la media del período de referencia y se produjeron frecuentes episodios cálidos, caracterizados por temperaturas superiores a lo normal.
Se observaron dos episodios particularmente notables del 21 de enero al 9 de febrero y del 12 al 22 de febrero, ambos con temperaturas máximas y mínimas inusualmente altas para esta época del año. Otros episodios cálidos importantes tuvieron lugar del 8 al 13 de diciembre, del 29 de diciembre al 4 de enero y del 13 al 19 de enero. A pesar de estos períodos cálidos, hubo varios casos de temperaturas más frías por debajo de lo normal. Sin embargo, ninguno de estos casos alcanzó el nivel de una ola de frío.
Precipitaciones del invierno
En términos de precipitaciones, la temporada invernal estuvo en general dentro del rango normal. La España peninsular experimentó una precipitación media de 170,5 mm, lo que supone el 90% del valor normal durante el periodo de referencia 1991-2020. Sin embargo, mientras que la mayoría de las regiones de la Península tuvieron un invierno normal a húmedo, el Levante, partes del Mar Cantábrico y el sur de Andalucía experimentaron una estación seca a muy seca.
El archipiélago balear también tuvo un invierno generalmente seco, mientras que las Islas Canarias afrontaron una grave falta de precipitaciones. Experimentó un notable descenso de las precipitaciones, con sólo 118,8 litros por metro cuadrado, lo que supone un importante descenso del 33% respecto a la media. Mientras tanto, Canarias se enfrentó a una reducción sustancial del 62%, recibiendo apenas 36,6 litros por metro cuadrado.
De particular preocupación fueron las lluvias limitadas experimentadas en regiones específicas del Mediterráneo, incluidas Almería, Murcia y las zonas costeras de Alicante, Valencia y Castellón, donde solo se registró una fracción de la precipitación promedio.
Los datos presentados indican un cambio hacia una menor precipitación durante los meses de invierno en España. Sin embargo, la Agencia Estatal de Meteorología se abstiene de vincular directamente esta tendencia con el cambio climático. Del Campo, de Aemet, sugiere que son necesarios más análisis estadísticos exhaustivos para sacar conclusiones más definitivas.
Diciembre comenzó con muy poca lluvia, pero enero volvió a los niveles normales y febrero trajo precipitaciones superiores a la media. Este aumento de las precipitaciones ayudó a paliar la sequía meteorológica en las cuencas del noroeste del país. Sin embargo, la situación persistió al final del invierno en la mayor parte de la vertiente mediterránea, determinadas zonas del mar Cantábrico y ambos archipiélagos.
Previsión de las estaciones
Es probable que el trimestre comprendido por abril, mayo y junio, que coincide con la primavera astronómica, experimente temperaturas superiores a la media en todo el país, particularmente en la región más septentrional de la península, la costa mediterránea y los archipiélagos. Sin embargo, es difícil proporcionar un pronóstico preciso de las precipitaciones, ya que existe la misma posibilidad de que la primavera sea más húmeda o más seca de lo habitual.
El paso del invierno a la primavera significa un período de rejuvenecimiento y metamorfosis en el mundo natural. Con el alargamiento de los días y el aumento gradual de las temperaturas, el paisaje sufre una alteración gradual, despojándose del frío percibido del invierno para abrazar la vitalidad y la renovación de la primavera.
El miércoles 20 de marzo a las 4:06 se anunció oficialmente la llegada de la primavera. Cayetano Torres, coordinador del Área de Información Meteorológica y Climatológica, ha adelantado los próximos meses. Según Torres, existe una gran probabilidad de que las temperaturas superen la media, lo que provocará condiciones más calurosas en toda España.
Según la AEMET, se prevé un calor superior a la media durante la próxima temporada de verano. Este aumento de temperatura afectará a todas las naciones mediterráneas, incluidas Italia y Grecia.
Espero que con esta información puedan conocer más sobre la calidez de este invierno y cómo nos va a afectar.