Los osos polares, los mayores depredadores del Polo Norte, se han convertido en el símbolo del cambio climático. En esta parte del mundo, la temperatura se mantiene varios grados bajo cero, concretamente, desde los -43 hasta los -26 grados centígrados aproximadamente. Así, estos magníficos animales han podido cazar las focas, que son su principal alimento, sin demasiados problemas, pero con el calentamiento global su situación está cambiando mucho.
Según un estudio publicado en el »Journal of Animal Ecology», se están viendo obligados a comer huevos de patos, gansos y gaviotas para poder sobrevivir.
Charmain Hamilton, científico del Instituto Polar Noruego, explicó que antes de que el calentamiento global empezara a hacerse notar en el Polo Norte, el hielo terrestre permanecía en las zonas costeras junto al frente del glaciar hasta finales del verano. Así pues, las focas podían descansar cerca de sus respiradores y los osos cazarlas.
Sin embargo, en Svalbard, un archipiélago noruego situado en el océano Glacial Ártico, la temperatura ha subido tres veces más rápido que en otras zonas del planeta Tierra, por lo que el hielo se torna mucho más frágil y peligroso, especialmente para los osos polares.
»Como la retirada del hielo marino les ha complicado la caza de focas anilladas, los osos polares pasan ahora menos tiempo en las cercanías de los glaciares de marea, recorren mayores distancias al día y dedican más tiempo a merodear junto a fuentes alternativas de comida, como las colonias de cría de patos y gansos», expresó Hamilton.
El 90% de la dieta de estos mamíferos depende de otros animales. Debido al deshielo, cada vez tienen más dificultades para conseguir su alimento de base. De seguir así, la cadena alimenticia podría cambiar tanto que incluso podría extinguirlos, pues la cantidad de aves es muy poca en comparación con la población de los osos polares.
Puedes leer el estudio aquí.