El clima de alta montaña se caracteriza por tener unos inviernos muy fríos con una duración prolongada, durante el cual se registran temperaturas bajo cero que ponen a prueba a todo aquel que quiera escalarla o bien vivir en ella. Los veranos además son frescos y cortos, por lo que no hay realmente una temporada de calor, al menos, no como la conocemos aquellos que vivimos a altitudes bajas.
Pero, ¿cuáles son las características de este clima? ¿Quién o quienes pueden vivir con estas condiciones? De esto y más vamos hablar a continuación.
Características del clima de alta montaña
El clima de alta montaña aparece a altitudes por encima de los 1200m. Tiene una oscilación térmica, esto es, diferencia entre la temperatura máxima y mínima, de 10,5ºC. Sus condiciones climáticas son muy diferentes del clima de la zona, debido a que la temperatura desciende con la altura. Debido a ello, el gradiente térmico es negativo, de 0,5ºC a 1ºC cada 100 metros. Esto supone que sobretodo en la vertiente de barlovento, es decir, en aquella en la que pega más el viento, tanto la humedad relativa como las lluvias producidas por el ascenso de una columna de aire al encontrarse con la montaña, conocidas como lluvias orográficas, aumenten. En la vertiente de sotavento también pueden aumentar, pero no tanto, pues el aire está ya prácticamente seco al descender y la presión atmosférica aumenta. A este efecto se llama Viento Foëhn o Efecto Föehn, y en España podemos encontrarlo en la península ibérica, concretamente en los Pirineos, Sistema Central y en las Cordilleras Bélticas.
Además, hay que añadir que en las montañas altas, la insolación es mayor que en las tierras bajas. Pero, a pesar de tener un régimen de vientos específicos, las masas de aire y los frentes que afectan al clima de la zona, también le afectan a ellas. Las precipitaciones aquí son muy escasas en forma de lluvia durante la primavera y el verano, y en forma de nieve en otoño e invierno.
¿Quién vive en la alta montaña?
Aunque parezca increíble, hay muchos animales y plantas que viven en las montañas.
Flora
La flora se clasifica en cliseries, o climaseries que se llamaban antes, y es que las diferencias de temperatura y humedad en las diferentes altitudes o »pisos» hacen que en cada uno de ellos se vean un tipo determinado de seres vegetales que pueblan las laderas de las montañas. Pero esto no significa que sean »pisos» independientes, pues en realidad interfieren en los otros.
Hay dos tipos de cliseries:
- Altitudinal: que son debido a las variaciones de la temperatura relacionada con la altura.
- Latitudinal: que son debido a las variaciones de de la temperatura relacionada con la distancia a la que se encuentra la línea del ecuador.
Para clasificar las plantas de las montañas se usa el cliserie altitudinal, que a su vez se pueden distinguir 5 zonas o pisos:
- Cumbres: en las zonas más altas, encontraremos plantas pequeñas, que se mantienen siempre cerca del suelo, como los líquenes y musgos. En las zonas más suaves las hierbas pueden crecer, formando pastos.
- Coníferas: hay muchas coníferas que se han adaptado a vivir en clima de alta montaña, con temperaturas bajo cero. En España encontramos por ejemplo el pinsapo y el pino negro.
- Matorral: descendiendo un poco más tenemos a los enebros y a las sabinas, que son coníferas que necesitan temperaturas un poco más altas.
- Frondosas: en esta parte de la montaña podremos ver crecer a muchos árboles de hoja caduca, como las hayas, los robles o los castaños, pero también algunos de hoja perenne, como las encinas, que están adaptadas a vivir en zonas de las precipitaciones son escasas. También podemos ver pinos, pero sólo donde el haya ha desaparecido.
- Plantas que necesitan temperaturas más altas: en la parte más baja de la montaña, crecen alcornoques, algarrobos, pinos carrascos, encinas.
Fauna
Si hay plantas, también hay animales, aunque no muchos desde luego. Pero son todos unos supervivientes natos, que han logrado adaptarse a un clima extremo de una manera extraordinaria. En España encontramos varios que viven casi sin problemas en la alta montaña. Por ejemplo, entre los anfibios, encontramos el tritón pirenaico o la rana bermeja. También hay alguna que otra serpiente, como la víbora áspid, la cual por cierto tiene veneno tóxico, por lo que por seguridad es mejor no tocar ninguna serpiente si no se sabe lo que se está haciendo.
Hay animales de sangre caliente, como el sarrio que puedes ver en la imagen superior. Este magnífico animal cambia su pelaje en invierno para poder soportar las bajas temperaturas. Y, por supuesto, también hay roedores, como el topillo nival, y aves. Las aves como el lagópodo alpino o la perdiz nival viven todo el año en la alta montaña, alimentándose de todo lo que encuentran, desde pequeños insectos hasta semillas.
El clima de alta montaña tiene unas características muy interesantes, ¿no te parece?