Es probable que dentro de poco los libros de geología tengan que añadir un nuevo continente: Zelandia. Con un área de 4,9 millones de kilómetros, se encuentra casi totalmente sumergido en las aguas del Océano Pacífico, hasta el punto de que sus únicas partes visibles son Nueva Zelanda y Nueva Caledonia.
Fue hallado recientemente por los científicos del centro neozelandés GNS Science, quienes llevaban investigando la posible existencia del continente hace 20 años. Ahora, a través de datos colectados por sensores submarinos, han podido descubrir un área que reúne las condiciones necesarias para ser clasificado como continente.
Se podría pensar que el que tenga casi el 95% de su territorio bajo el agua sería suficiente para no clasificarlo como continente, pero lo cierto es que al tener un área bien definida, una corteza más gruesa que el suelo oceánico y al estar más elevado que la zona que lo rodea lo han llevado a la categoría de continente, según el estudio publicado en la revista de la Sociedad Geológica de América (GSA).
El geólogo y líder de la investigación Nick Mortimer, dijo que este descubrimiento servirá, no sólo para añadirlo a los libros de ciencia, sino también para poder »explorar la cohesión y desiintegración de la corteza continental», ya que es »el continente más fino y más pequeño que se ha encontrado» que, pese a estar sumergido, no se ha fragmentado.
Mortimer y su equipo esperan que Zelandia sea reconocida por la comunidad científica y que aparezca en el mapamundi. No en vano, se trata de un territorio que, pese a estar casi totalmente bajo agua, según el conjunto de datos de los satélites y busques de investigación que han utilizado para encontrarlo, se trata de un continente. Pero para eso tendrán que esperar a que otros investigadores lo mencionen en sus estudios.
Puedes leer el estudio aquí (está en inglés).