Depresión del Guadalquivir

rio guadalquivir

La depresión del Guadalquivir, también conocida como Depresión Bética, es un accidente geográfico en el sur de España. Esta es una llanura triangular con una longitud de 330 kilómetros. Alcanza una anchura de 200 kilómetros y se estrecha a medida que avanza hacia el este. La depresión discurre por el borde de la Meseta Castellana y se abre al Océano Atlántico, donde desemboca el río Guadalquivir.

En este artículo que vamos a contar todas las características, geografía y relieve de la depresión del Guadalquivir.

Características principales

campiña de la depresion del guadalquivir

La Depresión del Guadalquivir se encuentra en Andalucía, España, y es la región más al sur del país, ubicada en la parte sur de la Península Ibérica. Sus unidades geológicas y morfológicas con todos sus elementos inherentes (topografía, topografía, flora, fauna, etc.) discurren por las cinco provincias de Jaén, Córdoba, Cádiz, Huelva y Sevilla. Dentro hay un área protegida, y es el Parque Nacional de Doñana.

La masa de agua fluvial más importante que discurre por esta llanura es el Guadalquivir. En su parte final aparecen los pantanos del mismo nombre, los cuales son inundados por la acción del río en crecidas y las mareas del Océano Atlántico.

La depresión está delimitada por la Sierra de Bética al norte, el Océano Atlántico al sur, la Sierra de Penibética al este y sureste, y la Sierra Morena que la separa de la meseta al oeste. Más de 600 kilómetros de montañas alpinas separan la depresión del Guadalquivir de la costa mediterránea.

El sector Penibético es el más exterior frente al interior o sector Subbético. Está Sierra Nevada, entre las que se encuentran las montañas, de las cuales el Pico Veleta, a 3392 metros sobre el nivel del mar, y el Mulhacén, a 3478 metros sobre el nivel del mar, son los puntos más altos de toda la Península Ibérica.

Origen de la depresión del Guadalquivir

depresion del guadalquivir

Se ha determinado que la Depresión del Guadalquivir se originó en el Mioceno. Se originó a partir de una fosa que se inició con el hundimiento de sedimentos marinos del Terciario provocado por movimientos montañosos. Esto explica por qué esta llanura presenta relieves, cuyas formas exhiben suaves ondulaciones.

Además, la formación de la depresión coincide con los pliegues de la Sierra Subbética, lo que sugiere que tuvo un proceso de levantamiento. Es decir, en la depresión del Guadalquivir se derrumbó un foso, creando un canal, un canal, por el que se comunicaban el océano Atlántico y el mar Mediterráneo. Sin embargo, la deposición del Valle del Guadalquivir no comenzó hasta finales del Terciario. Este fue cerrado en su parte norte, dando lugar al despliegue y redistribución de las aguas que regaban la zona.

Por tanto, estas deformaciones, que no se produjeron hasta el Plioceno, drenaron el agua de mar de la depresión. Las crecientes Montañas Béticas han creado un nuevo litoral en el que emerge la desembocadura del Guadalquivir. Dada la presencia constante del agua del río, el paisaje resultante experimentó una erosión constante. Este proceso arrasó con el mencionado relleno terciario, dando paso a una zona muy húmeda rica en vegetación.

Finalmente, aparecen marismas en el último tramo de la depresión del Guadalquivir. Las frecuentes crecidas del río permiten que durante la temporada de lluvias se depositen depósitos aluviales, en los que se arrastra material para crear terrazas y planicies con escombros terrestres. La gran mayoría de estos materiales son blandos, aunque su dureza puede ser variable, como lo demuestran las diferencias topográficas del terreno.

Topografía

marismas

Como se mencionó anteriormente, la depresión del Guadalquivir tiene 30 kilómetros de largo y 200 kilómetros de ancho, y se hace más pequeña a medida que avanza hacia el este. Además, con una altura media de 150 metros, se observan escasos relieves en toda la llanura y casi no se ven montañas en los cerros cercanos a Chiclana, Jerez, Montilla y Carmona. Las calizas o melazas también tienen un horizonte duro.

Sin embargo, no es el paisaje llano lo que domina la Depresión del Guadalquivir, sino las suaves colinas. Hay ricos valles fluviales rodeados de terrazas de muy variado tamaño, aunque la regla general es que cuanto más se avanza en el curso del Guadalquivir, más ancho se hace el valle, hasta que la zona occidental es llana y se encuentran las marismas. Además, la Depresión del Guadalquivir se subdivide en cuatro unidades. Cada uno tiene sus características morfológicas y geológicas únicas.

Marismas y costa de la depresión del Guadalquivir

Las marismas dominan el paisaje, cubriendo 2.000 kilómetros cuadrados, pero se han ido retirando a medida que el agua de mar se filtraba en el área a través de canales y estuarios.

Por su parte, la costa es muy dinámica, con partes de ella caracterizadas por flechas costeras y cuerdas dunares, las cuales están directamente influenciadas por las corrientes del Océano Atlántico. Además, los materiales geológicos suelen ser blandos y fértiles, como grava, limo, arena y arcilla.

Esta configuración topográfica hace que gran parte del valle de la depresión del Guadalquivir sea apto para la agricultura. Hay cultivos de hortalizas, cereales, olivos y frutales. Por lo tanto, esta parte de España es muy importante para la economía nacional ya que la mayor parte de su comida proviene de allí.

Cabe señalar que la depresión del Guadalquivir no se puede describir completamente como una llanura donde abundan las llanuras, ya que esto sería una generalización. Si bien es cierto que los relieves no tienen mucha elevación, también hay colinas y cerros que atestiguan el paso del tiempo. En otras épocas, el nivel del agua en el Guadalquivir es mucho más alto y, al erosionar el terreno, excava para formar terrazas y valles.

Comparación con la depresión del Ebro

La depresión del Ebro es un valle en el noreste de España. El río Ebro lo atraviesa. Se compara con la depresión del Guadalquivir en importancia y carácter, y con razón, ya que comparten muchos rasgos, aunque sólo cabe mencionar los más destacados.

Además de ser de gran tamaño, ambas depresiones tienen forma triangular, cubierta de sedimentos terciarios y riego complejo por agua de río. También se agregan a esta breve lista de similitudes las elevaciones relativamente bajas de las depresiones, su relevancia para los españoles, sin mencionar su aparente antigüedad.

Sin embargo, las depresiones del Guadalquivir y del Ebro también presentaban innumerables diferencias cuantitativas y cualitativas. Debido a que son puntuales y específicos, no encajan aquí, por lo que solo tres se consideran sustanciales: la edad geológica, el tipo de relleno y la topografía del valle.

Espero que con esta información puedan conocer más sobre la depresión del Guadalquivir y sus características.


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