Daños causados en los incendios de los Ángeles, California

incendio de los angeles

Los Ángeles vive una catástrofe sin precedentes, con incendios que han devastado más de 17.000 hectáreas en poco más de una semana. El coste económico se estima en 200.000 millones de euros, y es probable que esta cifra siga aumentando. Este evento no solo marca el inicio de un 2025 complicado para California, sino que podría superar al huracán Katrina como el desastre natural más costoso en la historia de Estados Unidos.

En este artículo vamos a contarte los datos más importantes de los incendios en los Ángeles, California.

¿Por qué se producen estos incendios?

incendios de los angeles

Aunque algunos de los incendios parecen haber sido provocados, los expertos no dudan en señalar al cambio climático como un factor clave que amplifica su impacto. Las temperaturas globales en aumento y la intensificación de las condiciones de sequía han creado un ambiente propicio para incendios de gran magnitud. Este tipo de eventos, conocidos como incendios de sexta generación, se caracterizan por su rapidez, comportamiento errático y dificultad para controlarlos, incluso con tecnología moderna.

El Servicio Meteorológico Nacional define el clima de riesgo extremo para incendios cuando se combinan:

  • Vientos sostenidos superiores a 48 km/h.
  • Humedad relativa inferior al 10%.
  • Temperaturas superiores a 21°C.

En Los Ángeles, estas condiciones convergieron en pleno invierno, algo que subraya la gravedad del cambio climático. Además, los intensos vientos Santa Ana, secos y recalentados, canalizados desde las montañas hacia la costa, han intensificado las llamas, haciendo aún más difícil su contención.

Condiciones históricas y presentes

Este es el primer incendio extremo de sexta generación registrado en el mes de enero en el sur de California. Aunque los vientos Santa Ana son típicos de la temporada, la combinación de vegetación seca y condiciones climáticas extremas es inusual para esta época del año.

El verano de 2024, catalogado como el más caluroso en 130 años, preparó el terreno para esta tragedia. Las altas temperaturas secaron los suelos y la vegetación, mientras que inviernos previos con lluvias abundantes (2022 y 2023) fomentaron el crecimiento de una vegetación que ahora sirve como combustible para las llamas.

Además, California enfrenta una sequía histórica que ha reducido significativamente la humedad del suelo y el agua disponible para combatir incendios. Los meses de octubre a abril, tradicionalmente más lluviosos, han registrado precipitaciones mínimas en los últimos años. En 2025, el estado experimenta uno de los comienzos de temporada más secos desde finales del siglo XIX.

Gran parte del condado de Los Ángeles se encuentra en condiciones de «sequía severa», lo que no solo afecta a la vegetación, sino también al suministro de agua y a las reservas de los servicios de emergencia.

El impacto de los incendios de sexta generación

incendios devastadores

Los incendios de sexta generación representan un desafío sin precedentes para los equipos de emergencia. Su velocidad de propagación y comportamiento errático dificultan la implementación de estrategias de control. Estos incendios han sido responsables del 75% de las estructuras quemadas en Estados Unidos entre 2001 y 2020, lo que demuestra su capacidad destructiva.

La combinación de vegetación seca, bajas tasas de humedad y fuertes vientos convierte a amplias áreas del estado en auténticos polvorines. Incluso la más mínima chispa, ya sea por actividades humanas, fallas en el tendido eléctrico o rayos, puede desencadenar un desastre.

A pesar de los avances tecnológicos, como aviones cisterna y sistemas de monitoreo por satélite, controlar incendios de esta magnitud sigue siendo un desafío enorme. Los recursos limitados y las condiciones extremas dejan a los equipos de emergencia luchando contra fuerzas de la naturaleza que superan sus capacidades.

El cambio climático y el futuro de los incendios

El cambio climático está transformando el panorama de los incendios forestales. En las últimas dos décadas, la frecuencia e intensidad de estos eventos se ha más que duplicado en el oeste de Estados Unidos. Según datos del Servicio Nacional de Meteorología, la temporada de incendios se ha alargado en aproximadamente 105 días en California.

Además, 19 de los 20 incendios más devastadores en la historia del estado han ocurrido desde 2003, y la mitad de ellos en los últimos cinco años. Esto incluye incendios más grandes, rápidos y destructivos, que consumen seis veces más superficie que en 1970.

El aumento de las temperaturas globales, vinculado a la quema de combustibles fósiles y la reducción de los sumideros de carbono, ha intensificado las sequías y reducido la humedad del suelo. Esto crea un entorno donde la vegetación se seca rápidamente, aumentando la probabilidad de incendios descontrolados.

Un llamado a la acción

Los incendios en Los Ángeles no solo son una tragedia local, sino también una advertencia global. Mientras las temperaturas aumentan y las lluvias disminuyen, el oeste de Estados Unidos enfrenta un futuro donde los incendios extremos serán cada vez más comunes.

Combatir las causas subyacentes del cambio climático, como la dependencia de combustibles fósiles y la deforestación, será crucial para mitigar estos desastres. Al mismo tiempo, es necesario invertir en estrategias de prevención más efectivas, infraestructura resistente al fuego y tecnologías avanzadas para combatir incendios.


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