A veces estamos escribiendo sobre el sol, la tierra y la luna, y dependiendo del contexto en el que lo estamos haciendo, tenemos que emplear las mayúsculas o no. Hay ocasiones en el que los profesores consideran falta de ortografía y otros que no.
¿Cuándo debemos usar la mayúscula para referirnos a estos elementos y por qué?
Sol, tierra y luna
En contextos astronómicos, la luna se debe de escribir con mayúscula al igual que el sol o la tierra, dado que nos referimos a estos elementos como nombres designativos de los respectivos objetos. Sin embargo, escribimos estos elementos en minúscula, cuando nos referimos a los astros en sí o a los usos derivados o metafóricos.
Existen contextos en los que no es necesario que lleven la mayúscula. Por ejemplo, en la frase “me voy a la playa a tomar el sol”, no es necesario que la palabra “sol” vaya en mayúscula dado que no nos referimos al sol como un nombre designativo. Sin embargo, en la frase “los planetas giran alrededor del Sol”, sí es necesario que lleve la mayúscula, puesto que nos referimos al Sol como un nombre.
Otros contextos no astronómicos
Fuera de estos contextos astronómicos, tanto en su uso recto como en los derivados o metafóricos, se escriben con minúscula inicial con toda normalidad. Esta recomendación se aplica en especial a expresiones como tomar el sol, salir el sol, ser un sol, luna llena, luna nueva, luz de la luna, luna de miel, pedir la luna, los desheredados de la tierra y otras similares, donde tampoco es necesario ningún destacado como comillas o cursiva. Se escribe siempre tierra en minúscula cuando se refiere al suelo: “El avión pudo tomar tierra”.
Como conclusión podemos decir, que en términos astronómicos, Sol, Tierra y Luna se escriben en mayúscula porque es como si fueran sus nombres. Es como poner tu nombre propio en minúscula. De esta forma, no nos equivocaremos de nuevo al escribirlos.