La tormenta Gloria captó la atención de los medios de comunicación debido a sus impresionantes efectos en el mar Mediterráneo. Informes destacaron la aparición de olas gigantescas en regiones como Valencia y las Islas Baleares, mencionando alturas de olas de «8,44 metros» y «14,2 metros». Aunque estas cifras han sido ampliamente difundidas, es probable que no representen con exactitud la realidad, ya que medir con precisión la altura de las olas es una tarea más compleja de lo que parece. Por esta razón, muchas personas se preguntan cómo se mide la altura de las olas.
En este artículo vamos a contarte cómo se mide la altura de las olas y cómo se forman.
Cómo se forman las olas
Las olas se generan principalmente por la acción del viento sobre la superficie del océano. Cuando el viento sopla sobre el agua, interactúa con las moléculas en la superficie, creando un estiramiento y formando ondas. Además, el flujo turbulento del aire genera variaciones en la velocidad del viento, creando regiones de alta y baja presión que elevan o deprimen la superficie del agua, respectivamente. Este movimiento resulta en la formación de olas que, cuando se agrandan, toman una forma sinusoidal distintiva con crestas y valles.
Cómo se mide la altura de las olas
Medir la altura de las olas implica calcular la distancia vertical entre la cresta (punto más alto) y el valle (punto más bajo). Para ello, se utilizan boyas que flotan en el océano y registran sus desplazamientos verticales a medida que las olas pasan por debajo. Sin embargo, la representación visual de estos datos es complicada debido a la multitud de olas que provienen de diferentes direcciones, interactuando y entrelazándose entre sí.
En un mundo ideal, los datos de las boyas formarían curvas sinusoidales limpias. Sin embargo, en la realidad, los datos parecen desordenados debido a la superposición de múltiples ondas. Esto hace difícil identificar una ola individual entre las muchas que se detectan. Por tanto, cuando una boya registra un movimiento vertical significativo, no necesariamente indica la presencia de una sola ola enorme, sino la combinación de varias olas menores.
Dada la dificultad de identificar olas individuales a partir de los datos de las boyas, se emplea un análisis estadístico para obtener una representación más precisa de las condiciones del mar durante un período de tiempo determinado. Uno de los parámetros clave derivados de este análisis es la altura significativa (H1/3), que representa la altura promedio del 33% de las olas más grandes registradas durante un período específico. Este parámetro proporciona una estimación de la gravedad de las olas, útil para navegantes y meteorólogos.
Interpretación de la altura significativa
Es necesario entender que la altura significativa no se refiere a una ola específica, sino a un valor promedio. Por ejemplo, si la altura significativa es de 10 metros, esto significa que el 33% de las olas más grandes alcanzaron esta altura. Aunque algunas olas pueden ser más altas o más bajas, el análisis estadístico sugiere que la mayoría de las olas grandes estaban cerca de esta medida. Además, aunque es raro, pueden ocurrir olas significativamente más altas que el valor de H1/3. En general, las olas más grandes pueden ser entre 1,3 y 1,9 veces mayores que la altura significativa.
Desmitificando las «Olas Récord»
Los informes recientes sobre olas de 8,44 y 14,2 metros en Valencia y las Islas Baleares han generado mucho interés. Sin embargo, es esencial aclarar que estas cifras no representan la altura de una sola ola gigante. En realidad, la medida de 8,44 metros en Valencia se refiere al parámetro de altura significativa, lo que indica un récord para la región pero no la altura de una ola individual. Este valor sugiere que podría haber ocurrido una ola de hasta 16 metros durante el período de medición, aunque esto no puede confirmarse con certeza y debe tomarse como una aproximación estadística.
La fascinación por las «olas récord» a menudo se basa en malentendidos sobre cómo se miden y reportan las alturas de las olas. Mientras que las cifras difundidas pueden parecer impresionantes, es importante contextualizarlas dentro del marco de los análisis estadísticos y la complejidad de la medición de olas en el océano. Las boyas y los análisis de altura significativa nos proporcionan una imagen más precisa de las condiciones del mar, aunque siempre con una dosis de cautela y comprensión de las limitaciones inherentes a estos métodos. En última instancia, al comprender mejor cómo se forman y miden las olas, podemos apreciar más adecuadamente la dinámica del océano y la magnitud de los fenómenos naturales como la tormenta Gloria.
Tipos de olas
Estos son los tipos de olas más conocidas que existen:
- Olas de viento: Las olas de viento son las más comunes y se generan por la acción directa del viento sobre la superficie del agua. Pueden variar significativamente en tamaño, desde pequeñas ondulaciones hasta grandes olas. La altura y la longitud de estas olas dependen de la velocidad del viento, la duración de su soplo y la distancia sobre la cual el viento ha soplado, conocida como «fetch».
- Olas de marejada: Las mareas son olas gigantescas de muy largo período que se generan por la atracción gravitacional del Sol y la Luna sobre la Tierra. A diferencia de las olas de viento, las mareas no son causadas por el viento y tienen ciclos regulares, influenciando las costas con sus subidas y bajadas periódicas.
- Oleaje: El swell se refiere a olas que han viajado fuera de la zona donde fueron generadas por el viento. Estas olas suelen tener longitudes de onda largas y se desplazan en grupos organizados. Son menos afectadas por el viento local y pueden recorrer grandes distancias a través del océano.
- Olas de tormenta: Las olas de tormenta se generan durante eventos climáticos severos, como huracanes o ciclones. Estas olas tienden a ser más grandes y caóticas que las olas de viento típicas debido a los fuertes vientos y las intensas presiones atmosféricas asociadas con las tormentas.
- Tsunamis: Los tsunamis son olas de gran longitud y energía que se generan principalmente por terremotos submarinos, aunque también pueden ser causados por erupciones volcánicas, deslizamientos de tierra o impactos de meteoritos. A diferencia de las olas generadas por el viento, los tsunamis tienen longitudes de onda extremadamente largas y pueden viajar a velocidades de hasta 800 km/h en aguas profundas. Cuando un tsunami se acerca a la costa, su velocidad disminuye y su altura aumenta dramáticamente, lo que puede resultar en devastadoras olas rompientes.
Espero que con esta información puedan conocer más sobre cómo se mide una ola.