El dióxido de carbono en estado sólido se conoce comúnmente como hielo seco o «nieve carbonatada». Si bien puede parecerse al hielo normal, la distinción clave radica en su temperatura. Muchas personas quieren aprender cómo hacer hielo seco en casa.
En este artículo vamos a contarte cómo hacer hielo seco en casa y qué aspectos debes tener en cuenta.
Qué es el hielo seco
Incluso a temperaturas extremadamente bajas, esta sustancia permanece en forma gaseosa. Curiosamente, cuando la temperatura desciende a -78,5 °C, sufre sublimación, pasando directamente de sólido a gas sin dejar rastros de humedad. Esto se debe a que su composición no es a base de agua y su estado inherente es naturalmente gaseoso.
Es fundamental tener en cuenta un aspecto vital del hielo seco: su bajísima temperatura de -78,5 °C. En consecuencia, es imperativo, e incluso podría decirse que obligatorio, utilizar guantes protectores y aislantes adecuados al manipularlo. De lo contrario, se pueden producir quemaduras graves y daños físicos importantes a la piel. Además, el uso de pinzas y gafas de seguridad es fundamental para evitar cualquier forma de contacto directo con el cuerpo.
Usos del hielo seco
El hielo seco, también conocido como dióxido de carbono sólido, tiene multitud de aplicaciones. Sus usos se extienden a diversas industrias, particularmente en el sector alimentario y gastronómico. Uno de sus usos principales es la conservación de alimentos perecederos mediante ultracongelación rápida. Además, se emplea para marcar en frío al ganado y desempeña un papel importante en la producción de vino. En el mundo culinario, el hielo seco se utiliza para enfriar la masa durante los procesos de picar, mezclar y amasar la carne.
Para garantizar la correcta conservación de los alimentos durante el transporte a gran escala, es fundamental mantener una temperatura controlada y sin residuos. El uso de hielo seco resulta muy eficaz a este respecto, ya que posee una notable capacidad frigorífica de 152 Kcal/Kg. Esta cualidad es reconocida incluso por los heladeros, que confían en ella para mantener sus productos excepcionalmente fríos.
La demanda de platos visualmente atractivos en la coctelería moderna y la cocina gourmet ha provocado un auge de presentaciones innovadoras que utilizan nieblas aromáticas, infusiones frías y texturas y contrastes en diversas creaciones culinarias. Esta tendencia se extiende a los cócteles exclusivos, donde se logran sorprendentes efectos de humo utilizando hielo seco no tóxico. Además, el hielo seco resulta útil en varios otros sectores.
En algunos países se utiliza para combatir plagas como roedores, topos y ciertos insectos, particularmente en la agricultura. La limpieza criogénica, otra aplicación, implica el uso de partículas de dióxido de carbono a alta presión para limpiar superficies que no pueden exponerse al agua, como las instalaciones eléctricas. En el sector industrial, el hielo seco ayuda en el montaje y ajuste de piezas mediante contracción en frío, así como en el rectificado criogénico y desbarbado de plásticos y cauchos moldeados. Los extintores también utilizan hielo seco. Además, la industria de la construcción se beneficia de las capacidades de congelación rápida del hielo seco, que puede emplearse para crear tapones de hielo antes de los trabajos de mantenimiento, asegurar metales o quitar tejas del suelo.
La nieve carbonatada también encuentra aplicación en el campo de la medicina y la investigación científica. Sus usos incluyen la preservación de órganos destinados a trasplantes y productos biológicos, el mantenimiento de productos de investigación a bajas temperaturas, el enfriamiento de reacciones exotérmicas y la ultracongelación rápida de células, tejidos, virus y bacterias.
El hielo seco resulta muy beneficioso en la industria informática y electrónica, ya que sirve para enfriar dispositivos electrónicos (específicamente para overclocking), mejorando así su rendimiento y acelerando la transmisión de señales eléctricas.
Una aplicación popular de la crioterapia con hielo seco es el tratamiento por congelación de las verrugas cutáneas. A través de este proceso, es factible erradicar por completo las verrugas causadas por el virus del papiloma y al mismo tiempo prevenir cicatrices o marcas visibles en la piel.
Cómo hacer hielo seco en casa
El proceso de producción en masa se lleva a cabo dentro de una fábrica mediante la congelación de gas dióxido de carbono. El paso inicial implica la utilización de inmensos tanques que contienen dióxido de carbono, que se mantienen a altas presiones de 250 kPa y temperaturas extremadamente bajas de -79 °C. Posteriormente, el gas CO2 se libera de estos tanques a máquinas especializadas, donde la temperatura se reduce aún más hasta -109 °C y la presión se reduce significativamente. Como resultado de estas alteraciones se forma hielo seco. Aunque estos cristales ya califican como hielo seco, deben someterse a prensado antes de poder introducirse en el mercado.
Para crear bloques sólidos de nieve carbonatada, el proceso comienza vertiendo la nieve en moldes. Con el uso de una prensa, la nieve fina se comprime en bloques más grandes y densos. La presión aplicada durante este paso puede oscilar entre 8 y 50 MPa y tiene una duración de 5 segundos. Una vez formados los bloques, están listos para ser envasados individualmente en plástico. Es importante tener en cuenta que manipular estos bloques sin los guantes protectores adecuados puede resultar peligroso.
Si solo necesitas una pequeña cantidad de nieve carbonatada, como para darle un toque especial a un cóctel o crear un efecto de humo para una celebración, existen formas de prepararla en casa. La idea básica es la misma, comenzando con tubos que contienen gas CO2 embotellado. Estos tubos se pueden encontrar y comprar fácilmente, ya sea en botellas pequeñas o en tubos. Sin embargo, cabe mencionar que el coste de estos tubos no es económico.
Para liberar el gas CO2 de las cámaras, necesitarás un adaptador similar a los que se utilizan para inflar neumáticos de bicicleta. Este adaptador sirve como llave para abrir los tubos de gas CO2 y permite una liberación controlada del gas. Para garantizar su seguridad al manipular hielo seco, es fundamental contar con un par de guantes de trabajo aislantes confiables. Esto se debe a que el contacto directo con el hielo seco puede provocar quemaduras graves en la piel. Además, necesitarás una tela o bolsa de tela para el proceso. Aquí tienes una sencilla guía paso a paso: Primero, ponte los guantes y toma uno de los tubos de CO2. Inserta el adaptador para bicicleta en el tubo. Luego, sostén la tela con la otra mano. A medida que sueltas gas de la botella, pásalo por el paño limpio. Notarás que los cristales de hielo seco se adhieren a la tela, lo que indica que ya están listos para usarse.
Espero que con esta información puedan conocer más sobre cómo hacer hielo seco en casa.