El calor sofocante del verano nos lleva a menudo a preferir la comodidad de nuestro hogar a soportar las temperaturas exteriores. Sin embargo, incluso dentro de nuestras propias casas, todavía podemos sentirnos perturbados. A primera vista, el aire acondicionado parece ser la solución ideal para lidiar con el calor extremo. Sin embargo, un uso excesivo puede provocar problemas de salud como dolores de cabeza, infecciones de garganta, neumonía o calambres musculares.
En este artículo vamos a contarte cómo evitar que tu casa se caliente y vamos a darte algunos trucos para mantenerla fresca sin necesidad de aire acondicionado.
Temperatura óptima
Una diferencia de hasta 15 ºC entre la temperatura exterior y la del interior de la casa puede provocar resfriados o infecciones de garganta. La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja mantener la temperatura interior por debajo de los 32 °C durante el día y los 24 °C por la noche. “Esto es especialmente importante para los bebés, las personas mayores de 60 años y las personas con enfermedades crónicas”, recomienda la organización.
Alcanzar esta temperatura sin depender del aire acondicionado es sencillo. Solo hay que seguir estos consejos.
Bajar las persianas
Este paso es importante, sobre todo durante el pico de calor del día. Es fundamental cerrar las ventanas y bajar las persianas para mantener un ambiente semioscuro en la casa, ya que esto ayuda a evitar que el aire caliente se filtre desde el exterior, especialmente en las ventanas que dan al sol durante todo el día, como señala la OMS. Este método puede resultar en una reducción de la temperatura de hasta 6º C.
Asegúrate de utilizar los toldos extendiéndolos para ayudar a dar sombra al interior. Además, considera colgar cortinas aislantes térmicas para bloquear la transferencia de calor.
Utiliza el ventilador en ausencia de aire
Los ventiladores son eficaces en estas situaciones. Tanto los ventiladores portátiles como los de techo sobresalen por proporcionarnos alivio del calor. Además de ser más económicos que los aparatos de aire acondicionado, también consumen significativamente menos electricidad, un hecho que se refleja en la factura de la luz.
Además, como los ventiladores no producen corrientes de aire frío, no provocan irritación de garganta ni de ojos. No obstante, el Ministerio de Salud advierte que los ventiladores “deben colocarse a una distancia específica, evitando el flujo de aire directo sobre el cuerpo. Esto es especialmente importante para las personas que necesitan permanecer en cama”.
Puertas, ¿entreabiertas o cerradas?
El horario juega un papel crucial en este asunto. Por ejemplo, se recomienda mantener cerradas las habitaciones que se usan poco durante el día, permitiendo que el aire fresco se concentre en las zonas que se utilizan con más frecuencia.
Por la noche, cuando las temperaturas bajan, se recomienda mantener todas las puertas abiertas para permitir que la casa se enfríe.
Controla tu temperatura corporal
Mantener una temperatura agradable en nuestro hogar es importante, pero regular nuestra propia temperatura corporal lo es más. Por ello, es vital mantenerse bien hidratado, vestirse adecuadamente o refrescarnos las muñecas y el cuello. En estas zonas específicas es donde el pulso es más prominente y donde nuestra temperatura corporal tiende a disminuir.
El Ministerio de Salud desaconseja el consumo de bebidas que contengan alcohol, cafeína y azúcar, al tiempo que sugiere optar por comidas más ligeras y comer con más frecuencia. Además, nos anima a permanecer en la zona más fresca de nuestra casa siempre que sea posible. Según el Ministerio, “si no puedes mantener tu casa fresca, pasa dos o tres horas al día en un lugar fresco y con aire acondicionado”. Además, la OMS recomienda ducharse con agua fría o utilizar compresas y envolturas frías.
Utiliza extractores de calor
Aunque están diseñados principalmente para eliminar el vapor de los baños y el humo de las cocinas, así como para absorber los olores desagradables en estas áreas, su funcionalidad también ayuda a reducir el calor que se produce al cocinar o ducharse.
Elige bombillas LED
¿Sabías que las bombillas incandescentes consumen el 90% de su energía en forma de calor? Si aún no te has decidido, ahora es una excelente oportunidad para cambiar a la iluminación LED. Con su eficiencia energética y el consiguiente ahorro en la factura de la luz, junto con muchos otros beneficios, realmente no hay razón para abstenerse de hacer este cambio. Además, los LED son mucho más seguros, ya que funcionan con corriente continua de bajo voltaje, lo que reduce en gran medida el riesgo de accidentes domésticos.
Abre las ventanas y puertas al amanecer y al anochecer
Estas son las horas más frescas del día. Esta es la oportunidad perfecta para permitir que el aire fresco del exterior entre y circule por toda la casa.
No olvides cambiar las sábanas
Al igual que nosotros, la casa necesita una renovación estacional del vestuario en verano. Es hora de guardar las mantas de lana y piel junto con las sábanas de franela hasta que llegue el invierno y, en su lugar, introducir alternativas de algodón ligero.
Además, se recomienda elegir opciones de colores claros en lugar de tonos oscuros y eliminar las alfombras, ya que los colores oscuros absorben más energía luminosa y, en consecuencia, retienen más calor. La OMS también desaconseja el uso de cojines debido a su tendencia a atrapar el calor.
Usar aparatos eléctricos durante las horas nocturnas
Si es posible, intenta poner en funcionamiento aparatos como la lavadora o el lavavajillas durante las horas más frescas del día. Estas máquinas consumen mucha energía, que emiten en forma de calor. Por ejemplo, un lavavajillas puede elevar la temperatura hasta 2ºC. Además, es recomendable mantener las puertas de las habitaciones cerradas mientras estos electrodomésticos estén en uso.
Tener plantas a mano y proporcionarles agua
Esto es un método natural y estéticamente agradable para protegernos de las temperaturas elevadas. Al absorber el calor, las plantas ayudan a reducir la temperatura ambiente. Algunas opciones excelentes son el aloe vera, los helechos o los árboles de caucho. Además, puedes considerar la posibilidad de cultivar plantas trepadoras o buganvillas en el exterior de tu casa, ya que proporcionan una barrera solar eficaz.
Espero que con esta información puedan conocer más sobre cómo evitar que tu casa se caliente y mantener la casa fresca en verano.