El sol es la estrella más cercana a la tierra, a 149,6 millones de kilómetros de la tierra. Todos los planetas del sistema solar son atraídos por su enorme gravedad, orbitándolo a diferentes distancias, al igual que los cometas y asteroides que conocemos. El sol es comúnmente conocido con el nombre de Astro Rey. Muchas personas no conocen bien cómo está compuesto el sol.
Por ello, vamos a dedicar este artículo a contarte cómo está compuesto el sol, sus características e importancia para la vida.
Características principales
Esta es una estrella bastante común en nuestra galaxia: no es ni muy grande ni pequeña en comparación con sus millones de hermanas. Científicamente, el Sol se clasifica como una enana amarilla de tipo G2.
Actualmente se encuentra en su secuencia de vida principal. Se encuentra en la región exterior de la Vía Láctea, en uno de sus brazos espirales, a 26.000 años luz del centro de la Vía Láctea. Sin embargo, el tamaño del sol representa el 99% de la masa de todo el sistema solar, lo que equivale a unas 743 veces la masa de todos los planetas del sistema solar combinados, y unas 330.000 veces la masa de nuestra tierra.
Con un diámetro de 1,4 millones de kilómetros, es el objeto más grande y brillante del cielo de la Tierra. Por eso su presencia marca la diferencia entre el día y la noche. Para otros, el sol es una bola gigante de plasma, casi redonda. Se compone principalmente de hidrógeno (74,9 %) y helio (23,8 %), con una pequeña cantidad (2 %) de elementos pesados como oxígeno, carbono, neón y hierro.
El hidrógeno es el principal combustible del sol. Sin embargo, a medida que se quema, se convierte en helio, dejando una capa de «ceniza» de helio a medida que la estrella se desarrolla a lo largo de su ciclo de vida principal.
Cómo está compuesto el Sol
El Sol es una estrella esférica cuyos polos están ligeramente aplanados debido al movimiento de rotación. Aunque es una bomba atómica masiva y continua de fusión de hidrógeno, la enorme atracción gravitatoria que le da su masa contrarresta el empuje de la explosión interna, alcanzando un equilibrio que le permite continuar.
El sol está estructurado en capas, más o menos como una cebolla. Estas capas son:
- Núcleo. La región más interna del Sol, que comprende una quinta parte de toda la estrella: su radio total es de unos 139.000 km. Ahí es donde tiene lugar la gigantesca explosión atómica de la fusión del hidrógeno, pero la atracción gravitacional del núcleo del sol es tan grande que la energía producida de esta manera tarda alrededor de un millón de años en salir a la superficie.
- Área de radiación. Está formada por plasma, es decir, gases como helio y/o hidrógeno ionizado, y es la región más propensa a irradiar energía a las capas exteriores, lo que reduce considerablemente las temperaturas registradas en este lugar.
- Zona de convección. Esta es una región donde el gas ya no está ionizado, lo que dificulta que la energía (en forma de fotones) escape del sol. Esto significa que la energía solo puede escapar a través de la convección térmica, que es mucho más lenta. Como resultado, el fluido solar se calienta de manera desigual, lo que provoca expansión, pérdida de densidad y corrientes ascendentes o descendentes, al igual que las mareas internas.
- Fotosfera. La región donde el sol emite luz visible, aunque es una capa transparente de unos 100 a 200 kilómetros de profundidad, se ve como granos brillantes sobre una superficie más oscura. Se cree que es la superficie de la estrella y donde aparecen las manchas solares.
- Cromosfera: Este es el nombre que recibe la capa exterior de la propia fotosfera, que es aún más translúcida y difícil de apreciar porque queda oscurecida por el brillo de la capa anterior. Mide unos 10.000 kilómetros de diámetro y se puede ver durante un eclipse solar con un aspecto rojizo.
- Corona. Este es el nombre que se le da a la capa más delgada de la atmósfera exterior del Sol, donde la temperatura es significativamente más alta en relación con las capas internas. Este es el misterio del sistema solar. Sin embargo, hay una baja densidad de materia y un fuerte campo magnético, energía y materia que pasan a velocidades muy altas y muchos rayos X.
Temperatura
Como hemos visto, la temperatura del Sol varía según la región en la que reside la estrella, aunque todas las estrellas son increíblemente calientes según nuestros estándares. En el núcleo del Sol se pueden registrar temperaturas cercanas a los 1,36 x 106 grados Kelvin (eso es unos 15 millones de grados Celsius), mientras que en la superficie la temperatura «apenas» desciende hasta los 5.778 K (unos 5.505 °C) y vuelve a subir a 2 x Corona de 105 Kelvin.
La importancia del Sol para la vida
Gracias a su emisión constante de radiación electromagnética, incluida la luz que perciben nuestros ojos, el Sol calienta e ilumina nuestro planeta, haciendo posible la vida tal como la conocemos. Por lo tanto, el sol es insustituible.
Su luz permite la fotosíntesis sin la cual la atmósfera no tendría tanto oxígeno como el que necesitamos y la vida vegetal no sería capaz de sostener las diferentes cadenas alimenticias. Por otro lado, su calor estabiliza el clima, permite que exista agua líquida y proporciona energía para diferentes ciclos climáticos.
Finalmente, la gravedad del sol mantiene a los planetas en órbita, incluida la Tierra. Sin ella no habría ni día ni noche, ni estaciones, y la Tierra seguramente sería un planeta frío y muerto como muchos de los planetas exteriores. Esto se refleja en la cultura humana: en casi todas las mitologías conocidas, el sol suele ocupar un lugar central en el imaginario religioso como dios padre de la fertilidad. Todos los grandes dioses, reyes o mesías se asocian de una forma u otra con su esplendor, mientras que la muerte, la nada y el mal o las artes secretas se asocian con la noche y sus actividades nocturnas.
Espero que con esta información puedan conocer más sobre cómo está compuesto el Sol y su importancia.