La sequía incrementada por los efectos del cambio climático está provocando que, Ciudad del Cabo, la segunda ciudad más grande de Sudáfrica y corazón turístico del país, está en cuenta atrás para quedarse sin agua. Si los turistas y habitantes de Ciudad del Cabo no reducen drásticamente su consumo, la ciudad se quedará sin agua para el próximo 12 de abril. Se trata de la primera ciudad moderna en quedarse sin agua. ¿Cómo se pretende afrontar la situación?
Día Cero

La fecha del 12 de abril de 2018 ha sido llamada como el «Día Cero». Esa es la fecha donde, de no cambiarse los hábitos de consumo de sus habitantes y los turistas, la ciudad se quedará sin agua. Ciudad del Cabo se encuentra a un 13,5% de capacidad y dada la situación de extrema sequía y el aumento de la evaporación del agua causada por una mayor temperatura, el agotamiento del agua es inminente.
Si el consumo no disminuye, la ciudad se verá obligada a interrumpir su distribución de agua. Pese a los esfuerzos, el plazo hasta el Día Cero no solo se mantiene como una amenaza más que probable, sino que se ha venido acortando.
La medida que se ha lanzado por las autoridades de la zona para luchar contra el problema de la sequía es que los ciudadanos sólo consuman un máximo de 50 litros por persona y día. Esta es una reducción muy drástica, teniendo en cuenta que en una ducha de 5 minutos se llega a gastar cerca de 100 litros de agua, según la OMS. Esta situación no es única, ya que hay otros países que sufren sequías similares y también se pueden consultar las consecuencias en España.
La sequía que asola la zona es un fenómeno inusual ya que no solo deriva de la escasez de precipitaciones que caracterizó la pasada temporada de lluvias (abril-octubre), sino de que el nivel de lluvia fue particularmente bajo también durante los dos años previos. Es interesante destacar que una gestión adecuada de los recursos hídricos es crucial, como se menciona en el análisis sobre los bosques que resisten mejor la sequía.
Ciudad del Cabo sin agua

Las predicciones meteorológicas no anuncian precipitaciones hasta el mes de abril. Las autoridades conservan un halo de esperanza en que esas precipitaciones lleguen antes y mantienen las puertas abiertas al turismo, pese a que la temporada alta de turismo coincide con los meses más secos de año. De hecho, la situación de sequía ha llevado a la implementación de estrategias de sostenibilidad en el uso del agua que pueden ser consultadas en el artículo sobre embalses afectados por la sequía.
Hace tan solo dos años, la ciudad usaba 1.200 millones de litros de agua. A día de hoy, ese consumo se ha reducido a la mitad. Según Tim Harris, director ejecutivo de la Agencia Oficial de Promoción del Turismo, el Comercio y la Inversión, este evento de extrema sequía solo ocurre una vez cada mil años y, por ello, se ven ajustados aún más en el consumo de agua. Para más información, es relevante consultar los efectos que la sequía tiene en distintas regiones.
Aunque la sequía azota la ciudad, la temporada turística ha sido muy buena. Harris ha asegurado que aunque el Día Cero llegue y los grifos dejen de funcionar en las zonas residenciales, los hoteles estarán entre los negocios cuyo funcionamiento estaría asegurado. Además, es interesante destacar que la sequía en Kenia ha tenido un impacto similar.
“Y lo que es mejor, hemos visto una respuesta increíble de los turistas en ahorrar agua. Se han unido a los esfuerzos con entusiasmo, se han dado cuenta de que pueden ser parte de la solución uniéndose al espíritu de Ciudad del Cabo”, recalcó Harris.
De los 25.637 millones de dólares (unos 20.615 millones de euros) que la región ingresó a través de este sector en 2016 (según la edición 2017 del informe “Panorama OMT del turismo internacional”), 7.910 millones (unos 6.360 millones de euros) se sumaron vía Sudáfrica (30,85 %).
Cada vez el turismo en Ciudad del Cabo se está volviendo más frecuente y popular. En 2017, 1,3 millones de turistas visitaron la ciudad. También hay que mencionar que la sequía solo afecta a la parte del Cabo Occidental. Existen numerosas partes donde hay abundante agua, aunque la situación actual es crítica y se necesita una gestión adecuada de los recursos, similar a la estrategia para afrontar la sequía en diferentes regiones del mundo.
Como podéis ver, la sequía está azotando a muchas zonas a lo largo del planeta y las consecuencias más desastrosas son ya inminentes. Las soluciones como la reducción del consumo del agua son sólo preventivas, puesto que, de no llover lo suficiente, es cuestión de tiempo que se acabe agotando el agua. Por ello, es de vital importancia la creación de políticas que ayuden a gestionar el agua.