La temperatura es una de las magnitudes físicas más importantes en nuestra vida cotidiana y en la ciencia. Nos ayuda a medir el frío y el calor, conocer el clima y realizar distintos procesos industriales y de laboratorio. Sin embargo, no en todas partes del mundo se mide la temperatura de la misma manera.
Las escalas Celsius y Fahrenheit son las dos más utilizadas a nivel global, aunque en algunos campos científicos también se recurre al Kelvin. A continuación, exploraremos estas escalas, sus diferencias, su historia y cómo se pueden convertir los valores de una a otra.
Historia y origen de las escalas de temperatura
Las escalas Celsius y Fahrenheit surgieron en diferentes momentos de la historia. La escala Fahrenheit fue desarrollada en 1724 por el físico alemán Daniel Gabriel Fahrenheit. La estableció con base en tres puntos de referencia: la temperatura de congelación de una mezcla de agua y sal (0°F), la temperatura promedio del cuerpo humano (aproximadamente 96°F, aunque luego se reajustó a 98.6°F) y la de congelación del agua pura (32°F).
Por otro lado, la escala Celsius fue creada en 1742 por el astrónomo sueco Anders Celsius. Esta se basa en el punto de congelación del agua a 0°C y su punto de ebullición a 100°C, en condiciones estándar de presión. Para más información sobre las diferentes unidades de temperatura, consulta nuestra guía.
Diferencias principales entre Celsius y Fahrenheit
La principal diferencia entre ambas escalas es su punto de referencia y la magnitud de cambio entre grados. En la escala Celsius tenemos un rango de 100 grados entre el punto de congelación y el de ebullición del agua (0°C – 100°C), mientras que en Fahrenheit este mismo intervalo es de 180 grados (32°F – 212°F).
- El grado Fahrenheit es más pequeño que el grado Celsius, lo que significa que la misma variación de temperatura se expresa con más números en la escala Fahrenheit.
- Fahrenheit se usa principalmente en EE.UU. y algunos países del Caribe, mientras que Celsius es estándar en la mayoría del mundo.
- Ambas escalas se pueden convertir entre sí usando fórmulas precisas que explicaremos más adelante.
Cómo convertir de Celsius a Fahrenheit y viceversa
Fórmula de conversión de Celsius a Fahrenheit
Para convertir una temperatura en grados Celsius a Fahrenheit, usamos la siguiente fórmula:
°F = (°C × 9/5) + 32
Por ejemplo, para convertir 25°C a Fahrenheit:
(25 × 9/5) + 32 = 45 + 32 = 77°F
Fórmula de conversión de Fahrenheit a Celsius
Si queremos hacer la conversión inversa, la fórmula que utilizamos es:
°C = (°F – 32) × 5/9
Ejemplo: Convertir 68°F a Celsius:
(68 – 32) × 5/9 = 36 × 5/9 = 20°C
Escala Kelvin: La temperatura absoluta
Para aplicaciones científicas y de ingeniería, se usa con mayor frecuencia la escala Kelvin (K). A diferencia de las escalas Celsius y Fahrenheit, el Kelvin no usa el grado (°) en su notación.
El cero absoluto, que es la temperatura más baja posible donde cesa todo movimiento molecular, se encuentra en 0 K (-273.15°C). Además, si deseas profundizar en la naturaleza de la temperatura, aquí tienes más información.
Conversión entre Kelvin y otras escalas
- De Celsius a Kelvin: K = °C + 273.15
- De Kelvin a Celsius: °C = K – 273.15
- De Fahrenheit a Kelvin: K = (°F – 32) × 5/9 + 273.15
- De Kelvin a Fahrenheit: °F = (K – 273.15) × 9/5 + 32
Uso práctico de cada escala en diferentes ámbitos
Meteorología y clima
En los pronósticos del tiempo, la escala utilizada varía según la región. En la mayoría de los países, se informa en grados Celsius, mientras que en EE.UU. se emplea el Fahrenheit. Esto es fundamental para aquellos que buscan interpretar el clima correctamente.
Uso en la cocina
Las recetas pueden especificar temperaturas en una u otra escala. Los hornos en EE.UU. están configurados en Fahrenheit, mientras que en Europa y América Latina usan Celsius. Conocer cómo funcionan ambas escalas es crucial para el éxito en la cocina.
Ciencia y tecnología
Las investigaciones científicas suelen emplear el Kelvin, ya que es una escala absoluta basada en el cero absoluto. Esta escala es especialmente importante en estudios que requieren precisión extrema, como en el caso del termómetro de mercurio.
Comprender las diferencias entre las escalas de temperatura es fundamental para múltiples áreas del conocimiento y la vida cotidiana. Saber cómo convertirlas nos ayuda a interpretar datos cuando viajamos, cocinamos o leemos información científica. Con las fórmulas adecuadas y práctica, realizar estas conversiones se vuelve intuitivo y útil en diversas situaciones.