Tras el análisis de centenares de miles de registros se ha concluido que las inundaciones en Europa ocurren 2 meses antes que hace 50 años. El nordeste de Europa y la zona atlántica son las afectadas por ello. Y en contraparte, las zonas del mar del Norte y amplias zonas del mar Mediterráneo las inundaciones ocurren mes y medio más tarde. Aunque esta disparidad es «normal» por el tipo de causas inmediatas a cada región, el clima está jugando un papel principal. En el estudio intervinieron 50 científicos que estudiaron los registros de casi 4.262 estaciones hidrométricas.
Uno de los puntos claves que se han analizado, ha sido el caudal del agua de los ríos. Teniendo en cuenta el punto más alto que han alcanzado, y tomando de partida el año 1960. Se ha observado una crecida anual en los ríos desde entonces. El total de 200.000 registros, se plasmaron sobre el mapa, haciendo muy visual y evidente el gran desajuste de los últimos 50 años.
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Las conclusiones que se han ido sacando del estudio
El profesor Gunter Blöschl, principal autor del estudio, de la Universidad Tecnológica de Viena, Austria, asegura con éstas palabras: «El resultado global es que, en efecto, el cambio climático a afectado al momento de las crecidas, pero la ha hecho de forma diferente en las distintas regiones de Europa».
De entre los cambios más evidentes, se pueden destacar que entre las regiones más frías del continente, como el norte y el este, la crecida de los ríos se producían en primavera y verano con el deshielo de al nieve. En el sur por ejemplo, los caudales crecían más en invierno, que es cuando más llueve. El aumento de temperaturas ha provocado que el deshielo ocurra antes. Por lo que el aumento del caudal en la zona noreste de Europa se ha avanzado tanto. Cada región, dependiendo de las zonas húmedas, si pertenecen a la vertiente atlántica, y demás distintos factores, hacen que se haya modificado notablemente y de forma singular en cada región.
Los mayores cambios registrados
Han sido detectados en Europa occidental, a lo largo de la costa del atlántico Norte. Desde Portugal a Inglaterra, más del 50% de las estaciones mostró un adelanto de cómo mínimo 15 días en las inundaciones. De ellas, el 36% mostró cambios de más de 36 días, en estos 50 años analizados.
Todo un conjunto irrefutable de pruebas que, están alterando no sólo el clima, sino que están afectando al propio ecosistema que tan directamente depende del clima. Y con ello, también se ven repercutidas a las regiones agrícolas y la generación de energía.
Pérdidas económicas como consecuencia al desajuste de los caudales y las inundaciones
Los autores del estudio, sostienen que en algunas zonas ya se han producido cambios drásticos que afectan a los sectores que dependen de ello. Globalmente, se calcula que la cantidad de pérdidas en los sectores agrícolas y de generación de energía ascienden a 104.000 millones de dólares al año. El principal factor que más personas afecta en todo el mundo, son el de las inundaciones. También se espera que, debido al crecimiento económico y al cambio climático, las pérdidas sigan aumentando de cara al futuro.
El impacto ambiental y económico de las inundaciones, se trasladaría en que, en unas sociedades y ecosistemas que ya estaban adaptados a que ocurrieran en una época determinada, lo hagan en otra. Qué ahora puedan llegar antes o después pueden reducir la producción agrícola al afectar determinados cultivos. También pueden afectar en la menor cantidad de agua disponible para la agricultura de regadío y erosionar el suelo. Estos cambios además, pueden alterar la producción de energía hidráulica o el suministro de agua potable para la población de las regiones.
El aumento de temperaturas general, está evocando a que el clima tal cómo se conocía, poco a poco tenga que ser revisado. Los fenómenos naturales ya no están ocurriendo en los plazos de tiempo en los que solían ocurrir, y los desastres naturales son cada vez, más frecuentes y extremos.
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