El cambio climático afecta a la sincronía de muchas especies en los ecosistemas. Debido a los cambios de temperaturas medias globales, son muchas las especies migratorias que están cambiando sus rutas y sus ritmos.
Esto ocurre en el caso de la golondrina común, que cada vez llega más temprano en primavera a la península Ibérica. Conforme aumentan los efectos del cambio climático y aumentan las temperaturas globales las golondrinas van llegando antes a España en su ruta migratoria.
Registros de la golondrina común
Desde mediados del siglo pasado, se está observando una tendencia que va en aumento en las golondrinas. Y es que cada vez llegan antes a España en primavera, durante su ruta migratoria. Han llegado a venir a España hasta un mes de lo que lo hacen normalmente, o de lo que lo deberían de hacer.
Es principal obtener datos sobre las actividades de la golondrina común para poder llegar a conclusiones. El programa Aves y Clima de SEO/BirdLife son los encargados de acumular los datos de llegada anuales de las golondrinas a lo largo de los años, para posteriormente poder compararlos y generar esa tendencia. Esta actividad consiste en anotar las primeras fechas en las que se van produciendo los distintos fenómenos fenológicos como lo son la migración de las aves, la floración de los almendros, el inicio de la reproducción o la aparición de los primeros insectos. Estos son algunos de los factores que representan el inicio de la primavera.
Las especies de aves migratorias cruzan el estrecho de Gibraltar cuando ven que hay condiciones favorables
Toda esta actividad es posible solamente si los ciudadanos de todos los rincones del país colaboran anotando la actividad o dando información sobre las golondrinas. Desde el principio de esta labor, son más de un millar los voluntarios que han aportado más de 100.000 registros sobre la actividad de la golondrina.
Blas Molina trabaja en el área de seguimiento de SEO/BirdLife y ha explicado que:
“La aparición de la primera golondrina en nuestro pueblo o ciudad, la fecha de regreso de la cigüeña a su nido, la observación de los primeros vencejos adornando los cielos urbanos o las primeras escuchas del canto del ruiseñor en sotos y riberas, son algunos de los registros que se realizan en estas fechas. Pero su importancia radica en el paso del tiempo, que es como puede valorarse la variación de los patrones migratorios de algunas especies o conocer si el cambio climático les afecta”
La relación entre el clima y las aves
Es evidente que el clima es un factor condicionante para la migración y el comportamiento de las aves. Las condiciones climáticas son las que deciden la llegada y partida de las aves, el retraso o adelanto de la floración o el bullir de los insectos. En relación a la migración de las aves, es de vital importancia tener en cuenta las condiciones meteorológicas predominantes en el área de paso de las aves, como lo es el estrecho de Gibraltar.
Es en ese punto donde los vientos de levante pueden producir más retraso en la llegada de las especies migratorias si soplan fuertes. Las golondrinas prefieren esperar para cruzar el estrecho si ven que las condiciones no son tan favorables. Esta situación en la que las golondrinas prefieren esperar a que mejore la situación se está dando desde la semana pasada, en la que el temporal de lluvia y viento en el mar de Alborán provocó que las golondrinas se estén acumulando en las costas africanas a la espera de que mejore la situación.
La primavera se adelanta para las aves
A estas alturas de año, ya se ha registrado la floración de los almendros en el sur y gran parte del centro peninsular, lo que trae consigo la llegada de las primeras aves migratorias, como la golondrina común, el avión común, el críalo europeo o el milano negro, que comienzan su expansión hacia el norte., mientras otras dejan la península Ibérica rumbo a latitudes más norteñas, como la grulla común o el ánsar común.
En las zonas urbanas, algunas especies comienzan con su actividad reproductora, iniciando la construcción de los nidos, el cortejo de especies como el mirlo, etc. El cambio climático está provocando que las especies cambien sus “horarios” y sus actividades. Además, estas actividades fenológicas son más adelantadas en las ciudades que en la naturaleza ya que éstas actúan como islas de calor.