Con el verano avanzando, las cabañuelas de Jorge Rey vuelven a ocupar titulares por lo que sugieren para los próximos días: calor que no da tregua, irrupciones de polvo en suspensión y algunos cambios a la vista que podrían refrescar el ambiente en parte del país.
Calor persistente y masas africanas en la península
Según los indicios que observa, el arranque de la segunda mitad de agosto seguirá dominado por entradas de aire cálido de origen africano, responsables de que los termómetros se mantengan muy altos, con valores por encima de 35 ºC en amplias zonas y picos cercanos a 40 ºC en valles del sur.
Este patrón cálido llega acompañado, en momentos concretos, de calima y ambiente bochornoso, más acusados en archipiélagos y en áreas del sureste peninsular, donde se han activado avisos por temperaturas extremas en los episodios más intensos.
La Agencia Estatal de Meteorología ha señalado que la ola de calor puede alargarse hasta bien mediado el mes, con cielos variables y nubosidad de evolución en el interior que, por la tarde, podría dejar chubascos en zonas montañosas.
Jorge Rey coincide en que, pese a pequeños respiros, el tono seguirá siendo veraniego y exigente, especialmente en el centro y sur peninsular, donde la sensación térmica se disparará en las horas centrales del día.
Tormentas y borrascas: inestabilidad intermitente
En paralelo al calor, Rey advierte de la llegada de borrascas y descuelgues desde latitudes altas que, en su interacción con el aire cálido, pueden activar tormentas en el norte y en puntos del noreste y este peninsular.
Este tipo de situaciones no serían generalizadas, pero sí localmente intensas en áreas de montaña y su entorno, con rachas de viento y chubascos que descargarían de tarde, especialmente cuando el viento role del sur y se combine con aire más fresco en altura.
Además, durante algunos días, los vientos de componente sur impulsarán masas cálidas y polvo sahariano, manteniendo la calima y reduciendo la visibilidad, sobre todo en Canarias y zonas del Mediterráneo.
Tras estos episodios, las masas de aire más templado que acompañan a las borrascas tenderán a moderar las temperaturas en el Cantábrico y Alto Ebro, con bajadas puntualmente notables respecto a jornadas previas.
Anticiclón en el norte y descenso de temperaturas
De cara al tramo final del mes, Jorge Rey insiste en un punto clave: la consolidación de un anticiclón sobre latitudes del norte de la península, que favorecería la entrada de aire más templado desde Europa.
Si este patrón se afianza, se notaría un descenso gradual de las temperaturas en el tercio norte y, con menos contundencia, en el centro, con una atmósfera más estable y menos propensa a picos extremos.
Este cambio no implicaría frío, sino un respiro térmico tras los días más duros de calor, manteniendo aún valores altos en el sur y en zonas del interior, aunque por debajo de los máximos previos.
Septiembre y las cabañuelas: calor prolongado
Mirando a corto y medio plazo, el joven burgalés sugiere que septiembre mantendría ambiente cálido en buena parte del país, con días plenamente veraniegos, sobre todo en la primera mitad del mes.
El mes suele traer episodios de inestabilidad en la vertiente mediterránea, por lo que no sería raro encadenar jornadas calurosas con tormentas y chubascos intensos separados por lapsos de calma.
Rey recuerda que las predicciones de cabañuelas son un método popular sin base científica y que sus señales se interpretan junto a la situación atmosférica real, lo que ayuda a matizar tendencias y a evitar lecturas tajantes.
Se espera un verano extendido, con noches aún cálidas en zonas bajas y máximas altas en el sur, aunque cada vez con más altibajos propios del final de temporada.