Un bólido en astronomía es un fenómeno celestial que llama nuestra atención y nos hace mirar hacia el cielo. Cuando hablamos de bólidos, nos referimos a esos destellos brillantes que aparecen fugazmente en la noche, dejando una estela luminosa a su paso. Pero, ¿qué es exactamente un bólido?
En este artículo vamos a contarte qué es un bólido, sus características, tipos y eventos históricos.
Qué es un bólido en astronomía
Podríamos decir que es una especie de «estrella fugaz mejorada». A diferencia de las estrellas fugaces regulares, que son pequeñas partículas de polvo que se queman al entrar en la atmósfera de la Tierra, los bólidos son mucho más impresionantes. Son fragmentos más grandes de material cósmico, como asteroides o cometas, que se adentran en nuestra atmósfera a velocidades vertiginosas.
Cuando un bólido cruza el cielo, la fricción con el aire provoca que el objeto se caliente rápidamente. Esto genera una reacción luminosa intensa, que puede ser tan brillante como la luna llena e incluso iluminar todo el paisaje nocturno. Es un espectáculo impresionante.
La belleza de los bólidos radica en su fugacidad. A diferencia de las estrellas que permanecen en el mismo lugar, los bólidos atraviesan rápidamente el cielo, desapareciendo en cuestión de segundos o minutos.
Los bólidos suelen ser observados durante las lluvias de meteoros, eventos astronómicos en los que la Tierra atraviesa una región del espacio donde hay una concentración particularmente alta de fragmentos cósmicos. Estos fragmentos ingresan a nuestra atmósfera en gran cantidad, creando un espectáculo aún más impresionante de bólidos cruzando el cielo.
Características destacables
Estos objetos cósmicos viajan a velocidades enormes mientras se precipitan hacia la Tierra, a menudo superando los 60 kilómetros por segundo. También pueden exhibir colores vibrantes y variados. A medida que se queman en la atmósfera, pueden emitir tonalidades que van desde el blanco brillante hasta el amarillo, naranja, verde e incluso azul intenso. La gama de colores es simplemente espectacular y añade un toque de magia al evento.
Otra característica notable es la estela que dejan a su paso. A medida que el objeto cósmico se desplaza rápidamente a través de la atmósfera terrestre, puede dejar una estela de luz que persiste durante varios segundos o incluso minutos después de que el bólido haya desaparecido. Esta estela puede tener diferentes formas y puede extenderse por una distancia considerable en el cielo nocturno, creando una imagen memorable e inolvidable.
Es importante destacar que los bólidos no representan una amenaza directa para nosotros. Aunque pueden parecer impresionantes y a veces se desintegran en fragmentos más pequeños, la mayoría de ellos se desvanecen en la atmósfera antes de llegar a la superficie terrestre. Solo en raras ocasiones, cuando son lo suficientemente grandes, algunos fragmentos pueden sobrevivir al calor intenso y alcanzar la superficie, convirtiéndose en meteoritos.
Eventos históricos donde ha habido un bólido
En 2013, la caída del meteorito de Chelyabinsk coincidió con el paso del asteroide 2012 DA14 (actualmente 367943 Duende). La aparente independencia entre los dos eventos y la posible indicación de que tales eventos pueden ser más comunes de lo que se supuso inicialmente, ha llevado a una revisión de la tasa de descenso de superbólidos en la Tierra.
Hay muchas dificultades para hacer un registro estadístico de la detección de superbólidos. Por ejemplo, actualmente hay muchos objetos en el cielo que se pueden confundir con bólidos, y solo se pueden detectar aquellos que están cerca de las multitudes o que son muy brillantes.
Los residentes antes de la conquista del aire, excepto en áreas rurales relativamente remotas, no tuvieron problemas para combinar estos eventos con fenómenos no relacionados con las bolas de fuego. Teniendo en cuenta que las observaciones de bólidos y meteoritos han sido ampliamente reportadas en los medios de comunicación de todo el mundo a lo largo de los años, este es un entorno ideal para estudios estadísticos de avistamientos históricos de superbólidos.
Para agregar al conocimiento actual de los bólidos, se preparó una base de datos de detecciones de meteoritos desde 1750 hasta el presente. Aprovechando las fortalezas de este campo de investigación, se analizaron más de 1,000 artículos de noticias históricas para encontrar noticias relacionadas con importantes meteoritos y caídas de bólidos. Es así posible detallar ciertos aspectos: la ubicación geográfica del evento, las categorías que lo clasifican según su naturaleza, el estampido sónico, los posibles restos encontrados y otras características a destacar, como el color, trayectoria o duración de los avistamientos.
Examinaron 150 años de ejemplares del periódico New York Times entre 1850 y 2000 y encontraron 420 eventos que podrían considerarse bólidos. También se consultaron documentos proporcionados por la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional, así como la hemeroteca del periódico ABC, encontrando en este caso 200 eventos distribuidos desde 1750 hasta la actualidad.
Seguimiento y tipos de bólidos
Una de las formas más comunes de rastrear los bólidos es mediante redes de cámaras de video y fotografía ubicadas en diferentes lugares. Estas cámaras están diseñadas para capturar imágenes de alta calidad del cielo nocturno y registran automáticamente cualquier evento luminoso, como la aparición de un bólido. Al combinar y analizar las imágenes de varias cámaras, los investigadores pueden determinar la trayectoria precisa del bólido, su velocidad y su altura en la atmósfera.
Además de las cámaras de seguimiento, también se utilizan detectores de infrasonido y ondas de radio para monitorear los bólidos. Estos detectores son capaces de captar las ondas sonoras y electromagnéticas generadas por los bólidos mientras atraviesan la atmósfera. Estos datos proporcionan información adicional sobre la energía liberada, la masa y la altitud del objeto en cuestión.
En cuanto a los tipos de bólidos, podemos distinguir dos categorías principales: los bólidos meteóricos y los bólidos espaciales. Los bólidos meteóricos son fragmentos de material cósmico, generalmente asteroides o restos de cometas, que ingresan a la atmósfera terrestre y se queman debido a la fricción. Estos son los bólidos más comunes y son los responsables de las populares lluvias de meteoros, como las Perseidas o las Leónidas.
Por otro lado, los bólidos espaciales son objetos que provienen de más allá de nuestro sistema solar. Estos pueden ser fragmentos interestelares que han sido capturados por la gravedad del Sol o incluso restos de objetos más lejanos, como estrellas fugitivas o nubes de polvo. Los bólidos espaciales son mucho más raros de detectar y su estudio ofrece una visión más amplia de la diversidad cósmica que nos rodea.
Espero que con esta información puedan conocer más sobre qué es un bólido en astronomía y sus características.