La humanidad debe de enfrentarse a varios retos importantes para poder salir adelante. Todos habremos oído hablar de ellos al menos alguna vez: la pobreza, la migración masiva, la falta de agua o el cambio climático. Tal y como funcionan las cosas, para que un país pueda prosperar debe de tener dinero; sin él, no podrá proteger sus costas cuando el nivel del mar aumente, ni tomar las medidas necesarias para evitar que las altas temperaturas y la falta de recursos lo perjudiquen. La situación es tan crítica que muchas ciudades podrían desaparecer por el calentamiento global. Además, es preocupante ver cómo la reducción de presupuestos para el cambio climático en España puede contribuir al aumento de la pobreza.
Ante esta situación, el Gobierno español ha reducido en un 16% los presupuestos para luchar contra el cambio climático, pasando de los 62,98 millones del año 2016 a los 52,76 millones este año 2017, según informó el Ministerio de Agricultura y Pesca al periódico La Vanguardia.
La diferencia de 10,22 millones es debida a que la estimación de los ingresos procedentes de subastas ha pasado de los 50 millones de euros en 2016 a los 40 millones debido a una disminución del precio del derecho de emisión en el mercado. Al parecer, el Ministerio se mantiene gracias a una parte de los ingresos que obtiene por las subastas que deben pagar las grandes empresas que están sujetas al sistema de comercio de emisiones. Éstas deben de comprar los derechos a estas emisiones, que tienen un precio de 5 euros por tonelada de CO2. Esta situación refleja cómo el cambio climático también afecta a las mujeres embarazadas. No obstante, es importante que se evalúen las medidas de adaptación al cambio climático en Europa para enfrentar estos desafíos.
¿Dónde va a ir ese dinero? El Plan de Impulso al Medio Ambiente (PIMA)-Adapta, el Organismo de Parques Nacionales se llevará 1,5 millones de euros; la Dirección General de Costas 2,55 millones, y la Dirección General de Agua, que ya dispone de 18,9 millones, se llevará otros 4,9 millones. Además, 34 millones se destinarán a la adaptación al cambio climático este año, frente a los 32 millones del año 2016. Los recursos financieros son vitales para la adaptación de las plantas al cambio climático, como se mencionó en un artículo sobre la adaptación de las plantas al cambio climático. Este tipo de inversión también puede contribuir a la optimización de recursos a largo plazo y es fundamental frente a la crisis climática global.

Con todo, se espera que el país pueda adaptarse mejor al cambio climático, desarrollando planes estratégicos con el fin de evitar que la situación empeore. Es urgente que se tomen medidas ante las amenazas que enfrentan los desiertos por el calentamiento global. La situación es especialmente crítica, y aunque se han propuesto iniciativas, como la nueva ley sobre cambio climático, es necesario un compromiso sólido y recursos suficientes para implementarlas.