El cielo español podría volver a teñirse de colores si la actividad solar mantiene el pulso de estos días, con una tormenta geomagnética capaz de acercar el óvalo auroral a latitudes peninsulares. En ese escenario, diferentes regiones del país tendrían opciones de observar este fenómeno luminoso, aumentando las posibilidades de ver auroras boreales en España, siempre que las condiciones del tiempo y la oscuridad acompañen.
La dinámica que lo hace posible está en el Sol: en pleno ciclo solar 25, las erupciones y eyecciones de masa coronal son más frecuentes e intensas, y cuando esas nubes de partículas alcanzan la Tierra, interactúan con la magnetosfera y generan auroras. Si la perturbación es notable, el óvalo auroral se expande hacia el sur y puede dejarse ver desde España.
Por qué pueden verse auroras desde España
Las auroras se forman cuando una eyección de masa coronal expulsa plasma y campo magnético hacia el espacio y, al chocar con la magnetosfera terrestre, excita átomos de oxígeno y nitrógeno en la atmósfera, emitiendo luz verdosa, rojiza o violácea. En episodios intensos, incluso dos eyecciones consecutivas pueden fusionarse en una “tormenta caníbal”, amplificando el efecto.
Los centros de vigilancia —como el Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA— describen tormentas geomagnéticas de G1 a G5. Con índices Kp elevados (≥6–7) el óvalo auroral desciende, y con valores excepcionalmente altos puede abarcar latitudes inusuales. Estas ventanas de actividad aumentan la probabilidad de observación en la península.
Aunque la predicción es cambiante y no garantiza nada, los antecedentes y los avisos recientes apuntan a que, con el ciclo solar en su punto álgido, España puede volver a tener oportunidades. En situaciones muy extremas (Kp en torno a 8), ya se ha constatado visibilidad desde puntos alejados del Ártico.
Las zonas con más opciones de observación
Cuando la actividad geomagnética es notable, las mejores cartas en España se reparten en el norte y noroeste peninsular: Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y el norte de Castilla y León, coincidiendo con los mejores lugares para ver el cielo en España. La latitud algo más alta y la posibilidad de encontrar cielos oscuros en áreas rurales les dan ventaja.
Si el índice Kp sube un peldaño más, el Pirineo (Navarra, Aragón y Cataluña) y zonas de meseta del norte (León, Palencia, Burgos o Soria) pueden entrar en juego. En episodios muy potentes, destellos esporádicos han llegado a observarse incluso desde áreas más meridionales.
Para maximizar opciones, conviene ganar altitud (sierras, cordales y miradores), buscar horizonte norte despejado y evitar luces cercanas. En la costa, calas y cabos apartados pueden ofrecer una oscuridad adicional muy útil.
Cuándo mirar y cómo prepararte
El momento importa: con cielos despejados y poca o nula luz de Luna las posibilidades aumentan. Las horas más agradecidas suelen ir aproximadamente de 22:00 a 02:00, aunque el fenómeno es caprichoso y puede aparecer en otros tramos nocturnos.
Orienta la vista —y la cámara— hacia el norte o noreste. Si percibes un brillo difuso de tonalidad verdosa o violácea cerca del horizonte, puede tratarse de una aurora. A veces es tenue a simple vista y se revela mejor en largas exposiciones fotográficas.
Ayúdate de aplicaciones y webs de alertas que informen del índice Kp y de los avisos de NOAA o de organismos meteorológicos. Seguir en tiempo real la evolución geomagnética te permite reaccionar con rapidez si se abre una ventana de visibilidad.
Para fotografía, un trípode estable, enfoque manual al infinito y exposiciones de varios segundos (con ISO medio-alto) son aliados habituales. En móvil, el modo nocturno o profesional puede captar lo que el ojo apenas intuye.
Antecedentes y qué esperar en el ciclo solar 25
El episodio de mayo de 2024 dejó imágenes inéditas desde muchos rincones de España, con cielos teñidos de verde, rosa y violeta. Aquella situación fue impulsada por eyecciones de masa coronal muy energéticas y un Kp alto que empujó el óvalo auroral hacia el sur.
Con el máximo del ciclo solar 25 en el horizonte temporal, no es descartable que se repitan ocasiones favorables en los próximos meses. Ahora bien, la probabilidad real depende de cada evento y de la meteorología local, por lo que no existe garantía de observación en un día concreto.
Impacto en la tecnología y seguridad
Las grandes tormentas geomagnéticas pueden afectar sistemas tecnológicos: satélites, comunicaciones y, en casos extremos, redes eléctricas; esto es precisamente lo que analizan los estudios sobre qué pasaría si una tormenta solar impactase. Los operadores y agencias monitorizan estos episodios para mitigar riesgos. En términos de salud, no se esperan efectos directos sobre la población por la observación del fenómeno.
Si la actividad solar se mantiene elevada y coincide con cielos favorables, el norte peninsular parte con ventaja para ver auroras, con opciones puntuales en otras zonas si el Kp se dispara. Seguir las alertas, buscar oscuridad y mirar hacia el norte serán las claves para no perderse un espectáculo que, aunque raro en España, puede volver a repetirse.
