Cómo captar agua de la niebla y la humedad en climas secos

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En un mundo donde la desertificación sigue avanzando, la búsqueda de soluciones sigue impulsando múltiples formas de combatir la escasez de agua. Aunque en el blog hemos hablado muchas veces sobre soluciones a las sequías, o el problema que conllevan, en ésta ocasión lo haremos hablando sobre la niebla. Cómo es el proceso para captarla y transformarla en agua.

Antes de comenzar, tener presente que no se trata de un sistema de «creación» de agua. Se toma agua existente realmente, en microgotas, pero se toma. Eso significa que más que crear, éste método tiene la ventaja de reconducir el uso, tanto para riego como para consumo. En realidad es una excelente forma para aquellas épocas en las que puede haber niebla, pero existe sequía, el riego no por ello se detenga. Un pequeño gran plus de agua. Os explicamos más a continuación.

Los atrapanieblas. Los paneles que atrapan el agua

Los paneles o pantallas atrapanieblas tienen como finalidad recoger la humedad o niebla. Su finalidad es la de lograr concentrar las partículas de agua, hasta que éstas sean lo suficientemente densas, es decir, transformarlas en gotas. La idea nació como solución a las zonas donde la falta de este valioso líquido era más urgente. Y realmente, pueden funcionar en cualquier zona, porque hasta en el desierto por la noche hay humedad. Otra cosa es, que la captación sea más sustancial, eso dependerá de la humedad o niebla de la zona claro.

La forma en como funcionan es muy simple. A medida que los diminutos corpúsculos de agua se depositan en la pantalla, van concentrándose hasta formar gotas más grandes. Éstas gotas, por su propio peso al final tienden a caer con la gravedad. En la parte de abajo hay un recolector de esta agua que cae, que es dirigida hasta el punto deseado. Puede ser directamente a las plantas, o los recipientes que almacenan el agua.

Los paneles

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Los paneles atrapaniebla están hechos con una malla con una textura precisa la cuál sólo puede ser atravesada con la punta de un lápiz. Hay de varios tipos, pero por ejemplo, una de las más económicas que hay y que se usa bastante es la de plástico. Para éstas por ejemplo, el diámetro de los agujeros por donde se «filtra» la niebla o humedad es algo más grande. Puede provocar algo de pérdida en la retención de niebla, pero no por ello perder su uso. ¡Cada metro cuadrado de malla es capaz de conseguir de 4 a 15 litros de agua por noche!

Lo idea es colocarlos en laderas, o lugares por donde corre más el viento. Suelen ponerse además desde 300 a 800 metros por encima del nivel del mar. Pero cómo hemos dicho, realmente pueden ubicarse prácticamente en cualquier lugar.

Hay que tener en cuenta por ejemplo, que no en todos los sitios la niebla puede tener la misma pureza, el agua puede ser contaminada. Dependiendo la zona, ésta puede ser almacenada en recipientes si es que su uso será más extensivo tiempo más tarde y no debe contaminarse. Además, si el agua no puede ser muy apta para el consumo aún y almacenándola, la recolección diaria puede ir seguida de su filtración. Ya sea con algodón, arena de cuarzo, gravilla, carbón, cloración, etc.

¿Su mantenimiento? Lo mejor. Prácticamente nulo

malla atrapanieblas recipiente

Gracias a que su instalación es muy simple y no precisa de muchos artefactos, su mantenimiento es de lo más sencillo. Aún y así, pueden surgir algunos pequeños problemas, como alguna rotura en los tubos. Dependiendo el material convendría cambiarlos, o se pueden reparar sellándose si no es muy aparatoso. Puede eventualmente haber roturas o desgarros en las telas. Usualmente, puede rápidamente solucionarse con hilo y aguja.

Lo peor que podemos encontrar al ser pantallas grandes y ligeras, es que un vendaval o vientos huracanados las destrocen. En ese caso, siempre más vale prevenir que curar, y anticipando viento, hacer una retirada a tiempo. Otro motivo podría ser por pequeños roedores, o animales sedientos de sed que estén cercanos. Hay que tener en cuenta que si el recipiente expone mucho el agua se tengan que lidiar con estos problemas.

Por lo general, la durabilidad de las mallas suele ser de unos 5 años. Lo que si hacemos un poco de cuentas, cada una nos puede abastecer montones de toneladas de agua durante su vida de uso. Un gran sistema para luchar contra la sequía, que merecía un puesto en el blog.


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  1.   Guadalupe Delgado dijo

    Es una excelente alternativa para Bajacalifornia y Sonora en méxico