Agujeros negros cerca de Marte, los nuevos compañeros en nuestro Sistema Solar

agujeros negros cerca de marte

Los investigadores afirman que una parte importante de la materia oscura del universo está formada por agujeros negros primordiales. Estas entidades se originaron poco después del Big Bang y poseen la capacidad de condensar la masa de un asteroide en un volumen comparable al de un átomo. Es posible que atraviesen el Sistema Solar aproximadamente cada década, y su presencia podría detectarse si Marte se desplaza un metro, un movimiento que se puede medir, ya que somos capaces de detectar desplazamientos tan pequeños como 10 centímetros.

Quédate leyendo porque vamos a contarte todo sobre los agujeros negros cerca de Marte, los nuevos compañeros en nuestro Sistema Solar.

Agujeros negros atravesando el cosmos

agujero negro cerca de la tierra

Las entidades hipotéticas conocidas como agujeros negros primordiales surgieron solo un segundo después del Big Bang, hace aproximadamente 13.800 millones de años. Posteriormente, se dispersarían por todo el universo, moviéndose sin impedimentos. A diferencia de los agujeros negros «normales», que actualmente podemos reproducir, los agujeros negros primordiales poseen características distintivas.

Estos agujeros negros pueden constituir la parte predominante de la materia oscura. Pero, ¿qué es exactamente la materia oscura? Se refiere a partículas que no interactúan con la luz, pero sí con la gravedad, lo que hace que su detección sea extremadamente difícil. De hecho, su existencia no ha sido establecida de manera concluyente. Teóricamente, la materia oscura podría representar hasta el 85% del universo, mientras que el 15% restante comprende la materia visible. Recientemente, unas fotografías sorprendentes han mejorado nuestra comprensión de estas entidades esquivas.

Un estudio publicado en la revista Physical Review indica que un agujero negro primordial puede atravesar el Sistema Solar aproximadamente cada década.

La investigación comenzó con cálculos realizados por su autor principal, el astrofísico Tung Tran, sobre los efectos del paso de un agujero negro primordial cerca de una persona. La conclusión a la que se llegó fue que un evento de ese tipo propulsaría a una persona 6 metros en apenas un segundo.

Es bastante plausible que pueda acercarse a un planeta dentro del sistema. Cálculos avanzados han determinado que estos agujeros podrían atravesar nuestro sistema aproximadamente una vez cada década, y tendríamos los medios para anticipar su llegada.

Agujeros negros primordiales cerca de Marte

pareja de agujeros negros

El aspecto crucial es que su trayectoria los acerca a Marte, aunque «cerca» se refiere a una distancia de aproximadamente 450 millones de kilómetros. Los autores del estudio examinaron las posibles consecuencias de un agujero negro que se acercara a la Tierra, lo que podría inducir un tambaleo en la órbita de la Luna. Sin embargo, debido a la multitud de factores que podrían explicar tales fenómenos, el análisis simultáneo de nuestro planeta y la Luna no se considera óptimo.

Para Tung, observar Mercurio, Venus y Marte era de suma importancia. Estos planetas exhibieron movimientos detectables que potencialmente podrían atribuirse a la influencia de un agujero negro. Dada nuestra capacidad actual para determinar la distancia de la Tierra a Marte con una precisión de 10 centímetros, esta situación presenta una oportunidad ideal para el análisis.

Si bien todo parece interconectado y bien coordinado, surge una complicación: los asteroides pueden inducir movimientos similares. Un asteroide tiene el potencial de desplazar un planeta. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que estos objetos celestes viajan a velocidades significativamente más lentas en comparación con un agujero negro primordial, que se mueve a una velocidad de 200 kilómetros por segundo. En consecuencia, el movimiento causado por un asteroide se manifestaría en un período de tiempo más extenso que el producido por un agujero negro primordial.

La investigación sugiere además que se deben realizar simulaciones más complejas para mejorar nuestra comprensión. Actualmente, los agujeros negros primordiales siguen siendo entidades hipotéticas y, por lo tanto, el progreso se realizará de manera gradual.

Agujeros negros en todo el Sistema Solar

agujero negro primordial

Algunas personas dentro de la comunidad científica proponen la existencia de agujeros negros minúsculos ocultos en lugares sorprendentes como asteroides, lunas e incluso planetas, incluida la Tierra. Generalmente vinculados a eventos astronómicos colosales, la posibilidad de que existan estas contrapartes diminutas ha marcado el comienzo de un nuevo ámbito de investigación científica.

La aparición de estos agujeros negros diminutos puede haber ocurrido poco después del Big Bang, siendo potencialmente tan minúsculos que permanecen sin detectar, ocultos dentro de entidades cósmicas. Esta noción de «agujeros negros primordiales» presenta un desafío a nuestra comprensión de tales fenómenos, ya que generalmente se los imagina como entidades colosales que consumen galaxias enteras. El enigma de los agujeros negros minúsculos.

La idea de que los agujeros negros pueden estar más cerca de lo que pensábamos no es nada novedosa. De hecho, ya hemos visto que se ha especulado sobre la posible existencia de estas enigmáticas entidades en las proximidades de Marte o incluso fuera de las órbitas establecidas de nuestro sistema solar.

Se cree que los agujeros negros primordiales surgieron de las condiciones tumultuosas que siguieron al Big Bang, durante las cuales fluctuaciones significativas de densidad en el universo naciente pueden haber llevado a la formación de entidades pequeñas e hiperdensas. Un estudio reciente realizado por astrónomos propone que ciertos agujeros negros podrían haber sido capturados por cuerpos celestes, incluidas lunas o asteroides, en lugar de flotar sin rumbo a través del cosmos expansivo. Esto marca un cambio profundo en nuestra comprensión del universo, similar a los avances logrados cuando aprendimos a reproducir los comportamientos exhibidos por los agujeros negros.

Si existiera un agujero negro primordial en nuestro planeta, su masa excedería con creces su tamaño, lo que lo haría insignificante en ese sentido. En consecuencia, podría estar ejerciendo influencias gravitacionales que permanecen indetectables a simple vista.

Sin embargo, algunos científicos han sugerido que uno de estos fenómenos puede explicar las anomalías gravitacionales detectadas en lugares específicos dentro del sistema solar. Esta noción complementa el reciente descubrimiento que indica la presencia de un agujero negro significativamente más cerca de la Tierra de lo que se estimaba anteriormente.

Aunque el concepto de pequeños agujeros negros ocultos en el cosmos pueda parecer ciencia ficción, algunos investigadores han propuesto posibles aplicaciones futuras. Entre las ideas más audaces que se debaten actualmente en la comunidad científica está la viabilidad de establecer un agujero negro artificial en la Luna con el fin de generar energía ilimitada.

Espero que con esta información puedan conocer más los agujeros negros primordiales y cómo pueden estar alrededor de nuestro sistema solar.


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