Durante el verano y, especialmente durante las vacaciones como Navidad o Semana Santa, padres e hijos tienen la oportunidad de pasar más tiempo de calidad juntos. Es durante estos momentos cuando tomamos más conciencia de la duración del día y de las diversas actividades que se pueden disfrutar, como ir a la piscina, jugar con dispositivos electrónicos o mirar televisión. Sin embargo, es igualmente importante introducir la ciencia como medio de entretenimiento. Los niños poseen naturalmente la mentalidad de los científicos, formulan constantemente hipótesis y experimentan mediante prueba y error. Por lo tanto, no hay mejor manera de involucrarlos e inspirarlos que fomentándolos en su exploración del mundo, la naturaleza y las leyes que lo gobiernan.
Por ello, vamos a enseñarte los mejores 5 experimentos científicos para niños.
Por qué hacer experimentos científicos básicos aptos para niños
Una nueva investigación ha revelado que los niños poseen una mentalidad científica y abordan los problemas y las investigaciones de manera similar a los investigadores. El proceso de formular hipótesis, realizar experimentos y verificar resultados mediante prueba y error refleja la misma metodología empleada por los científicos en su búsqueda de conocimiento. Es esta curiosidad innata y el deseo de explorar el mundo lo que hace que los experimentos sean particularmente atractivos para los niños.
Realizar experimentos en casa no requiere ningún equipo especializado ni materiales raros. De hecho, los elementos cotidianos se pueden utilizar para realizar pruebas que sorprenderán e involucrarán a los niños, estimulando su crecimiento cognitivo y despertando una curiosidad más profunda por adquirir nuevos conocimientos.
Los 5 mejores experimento científicos para niños
Jabón para repeler los virus
Los padres son muy conscientes de la tendencia de los niños a volverse increíblemente letárgicos cuando se trata de lavarse las manos. La lista de excusas para evitar esta tarea esencial parece crecer sin fin: hambre, fatiga, agotamiento y más. Sin embargo, es fundamental que los niños comprendan la inmensa importancia del uso del jabón como solución definitiva para prevenir enfermedades, infecciones y la temida presencia de virus.
Al colocar un plato que contiene agua junto a un «virus» (como la pimienta molida), se puede observar un fenómeno intrigante. Con la adición de jabón, el virus desaparece rápidamente, aparentemente por arte de magia. Esta demostración no sólo entretiene a los niños, sino que también les imparte una lección invaluable.
El volcán en plena erupción
El ámbito de la química presenta numerosas oportunidades para realizar experimentos en la comodidad del propio hogar, ya que las reacciones de las sustancias suelen producir resultados inesperados. Un excelente ejemplo de este fenómeno se puede observar al combinar dos productos básicos de cocina fácilmente disponibles: bicarbonato de sodio y vinagre.
Siguiendo estos pasos, podrás crear una experiencia inolvidable construyendo un modelo de un volcán en erupción. El resultado es una espuma que rápidamente se expande en tamaño, lo que hace que se eleve dentro de un recipiente y, en algunos casos, se desborde y se derrame. Este proceso arroja un resultado notable, captando la atención de quienes lo presencian.
Para crear una estructura similar a un volcán, usa una botella de plástico y cúbrela con arena, arcilla o cualquier otra sustancia que le dé la forma de una montaña, asegurándote de que la abertura de la botella represente el cráter.
En el interior del recipiente se añaden dos cucharadas de bicarbonato de sodio, junto con la misma cantidad de jabón líquido para potenciar la densidad y volumen del resultado final. Además, se incluye una cucharada de colorante alimentario rojo. El único paso que queda es verter con cuidado medio vaso de vinagre en el recipiente y esperar pacientemente la reacción.
En una exhibición que recuerda a una erupción volcánica, la espuma carmesí ascenderá gradualmente y se derramará sobre el borde del cráter. Este fenómeno refleja la imparable oleada de lava, creando uno de los espectáculos más increíbles de la naturaleza.
Un globo que se hincha sin aire
Este experimento tiene sus raíces en los principios de la química. Aquí están los procedimientos secuenciales:
Para empezar, coge una botella vacía y vierte vinagre en ella hasta llenar un tercio. Luego, coge un globo y colócale un embudo, asegurándote de que no entre levadura en la botella. Coloca con cuidado la boca del globo sobre la boca de la botella, permitiendo que el globo cuelgue del costado.
Después de realizar esta tarea, el globo se eleva, lo que hace que la levadura descienda al interior de la botella. Al instante comienza la formación de burbujas y poco a poco el globo comienza a expandirse. El globo se infla debido a una reacción química que tiene lugar entre el vinagre y la levadura, lo que provoca la liberación de CO2. Esta reacción es la razón detrás del inflado del globo.
La moneda que desaparece
Este experimento puede clasificarse como una ilusión óptica, con sus principios subyacentes arraigados en el ámbito de la física más que en el de la química. Los pasos para recrear esta ilusión son notablemente sencillos.
Sobre la mesa hay una moneda y encima hay un vaso de vidrio transparente con la boca hacia arriba. Para ocultar la moneda de la vista directa, se debe colocar cuidadosamente un plato sobre el vaso, permitiendo que sólo las paredes del vidrio revelen la presencia de la moneda.
Una vez que el niño ha presenciado la visibilidad de la moneda a través de las paredes de cristal, se retira el plato y se vierte agua con cuidado en el vaso, llenándolo aproximadamente hasta las tres cuartas partes de su capacidad. Luego se vuelve a colocar la placa encima, como antes.
La verdad es que en realidad no desaparece, sino que se vuelve invisible mediante un proceso llamado refracción. La refracción ocurre cuando la luz cambia su trayectoria al pasar por un medio que no es el aire. Entonces, cuando ves una moneda que parece desaparecer bajo un cristal, no es magia, sino más bien un fenómeno óptico.
Agua que no se derrama
Para completar este experimento, coge un vaso y llénalo hasta arriba con agua. Luego, coloca un material ligero y liso como cartón o espuma sobre la boca del vaso. Asegura el cartón en su lugar con los dedos o una regla. A continuación, voltea el vaso con cuidado, procurando que la boca y el cartón queden hacia abajo. Finalmente, suelta el cartón y observa los resultados.
¿Qué está ocurriendo? El cartón queda en su sitio, adherido al borde del vaso. Contra todo pronóstico, el agua no se desborda. Este fenómeno surge del hecho de que, una vez lleno el vaso de agua y sellado con una tapa, no queda espacio para el aire. En consecuencia, se crea un vacío que provoca la adherencia del cartón.
Espero que con esta información puedan conocer más sobre los mejores 5 experimentos científicos para niños.