Los Cirrus

Vamos a hablar sobre una de las nubes altas por excelencia, los cirrus o cirros. Son nubes separadas en forma de filamentos blancos y delicados, o de bancos o bandas estrechas, blancas o casi blancas. Estas nubes tienen una apariencia fibrosa, semejante a los cabellos de una persona, o de un brillo sedoso o de ambas características a la vez.

Están constituidas por diminutos cristales de hielo, ya que se forman a gran altura (8-12Km.). A estos niveles la temperatura va de -40º a -60ºC, por lo que una masa de aire, con un elevado contenido de vapor de agua y que se enfríe hasta la saturación, produce cristales de hielo en vez de gotitas de agua.  La formación de este tipo de nube se debe a que estos cristales impulsados por los fuertes vientos, que reinan en los niveles altos, forman los jirones característicos con los que se presentan en los cielos. Hay que tener cuidado de no confundirlos con los Cirrostratus. Éstos últimos siempre producen fenómeno de halo.

En cuanto al estado del tiempo al que van asociados se puede decir que cuando se presentan aisladas son síntoma de buen tiempo, pero si avanzan organizadas y aumentando progresivamente hacia el horizonte (como en la foto) indican un inminente cambio de tiempo, algún frente o borrasca. Transversales al viento indican una corriente chorro en altura.

Daremos unos pequeños consejos por si algún lector desea fotografiar este tipo de nube. Hay que saber que ofrecen su mejor luz con un ángulo de 90º con el sol. Utilizar filtro polarizador para resaltar el blanco de los Cirrus y oscurecer el azul de cielo. Incluir referencias terrestres. Al atardecer, los rayos del sol bajo el horizonte hacen que, por refracción, los Cirrus se tornen primero amarillos, luego naranjas, después rojos, rosas, para terminar siendo grises. Este orden es justamente a la inversa al amanecer.

En los Cirrus se distinguen 4 especies (Fibratus, Uncinus,  Spissatus y Floccus) y 4 variedades (Intortus, Radiatus, Vertebratus y Duplicatus).

Fuente: AEMET