El cambio climático está provocando la destrucción de los arrecifes de coral. Uno de los efectos que tienen los corales como respuesta al estrés producido por el aumento de la temperatura del nivel del mar es el blanqueamiento.
El blanqueamiento acaba por matar a los corales y con ello destruye el equilibrio ecológico del ecosistema ya que todas las especies que dependen del coral se ven sin refugio. Se ha descubierto también que el blanqueamiento reduce la fertilidad de los corales. En la Gran Barrera de Australia de corales se han registrados grandes zonas donde han sufrido blanqueo.
Lo corales tienen una forma de reproducción muy característica. Se le denomina tormenta de nieve submarina. Esto es debido a que cada año, los corales se sincronizan para expulsar billones de óvulos y espermatozoides. Este fenómeno hace que los pólipos de los corales vayan a la deriva durante el desove y al descender pueden aferrarse al arrecife ayudándolo a crecer y a reconstruirse poco a poco.
Este año, ese fenómeno tan conocido no se ha dado en toda su intensidad debido a los efectos del cambio climático. Con el blanqueo gran parte del arrecife está gravemente afectado y otros muchos han tenido problemas para poder desovar este año. El blanqueo ha afectado a la fertilidad de los corales que han sobrevivido. Sin este aporte de nuevos individuos al arrecife, cada vez es más vulnerable y fácil de destruir.
La Gran Barrera, que con sus 2.300 kilómetros de largo es el mayor sistema coralino del mundo y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, afronta la peor crisis causada por el blanqueo de corales a raíz del calentamiento de las aguas de la región.
Para poder paliar este efecto y la destrucción de los corales se deben de reducir las emisiones de carbono. Con el Acuerdo de París se pretende reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y esperemos que, de esa forma, se pueda detener el blanqueo de los corales.