Las consecuencias del cambio climático se están viviendo en todo el globo. Sin ir más lejos, este mismo año 2015, han sido muchos los desastres naturales que ha habido: terremotos en Nepal, erupciones volcánicas como la del Cabulco, olas de calor que están arrebatándole la vida a muchas personas en muchas partes del mundo… Parece que la peor amenaza para la humanidad ya está aquí, y que ha llegado para quedarse.
Alemania vive los efectos del cambio climático.
Concretamente, una sequía está causando estragos en los campos de cultivo, así como en los embalses de agua potable. Según el investigador Mojib Latif de la Universidad de Kiel, esto no son más que señales inequívocas de que ya se empiezan a vivir las consecuencias del cambio que se está produciendo en el clima. Y no sólo eso, sino que si no se toman medidas para disminuir sus efectos, tanto las sequías como las precipitaciones serán cada vez más intensas, perjudicando tanto a los ciudadanos como a los agricultores.
Latif apuntó además que, en el transcurso de las últimas décadas, estos dos fenómenos (sequías y precipitaciones) están aumentando su frecuencia. Si se continúa así, dijo, a partir del 2050 si se cumplen los pronósticos desarrollados por los investigadores, no quedará más remedio que adaptarse.
Los parques podrían ser una de las claves para disminuir los efectos del cambio climático
Si bien para Latif el cambio climático es una realidad, hay otros que aún prefieren mostrarse escépticos. Pero, según según sus pronósticos, hacia final de siglo los agricultores tendrán que afrontar importantes pérdidas, algo que a su vez afectará a la población, ya que es muy probable que el precio de los alimentos suba al haber mucha demanda y una producción cada vez más difícil.
Pero hay que ser optimistas, y aún hay una oportunidad para frenar el cambio climático. En diciembre se celebrará en París la conferencia de la ONU, y sólo queda esperar a que haya un acuerdo para que todos los países del mundo luchen contra este grave problema.